Moto Guzzi Le Mans 850 preparada: flack track a la europea

0
Moto Guzzi Le Mans 850 preparada
Moto Guzzi Le Mans 850 preparada-5
Gama MITT 2024

Esta Moto Guzzi Le Mans 850 preparada es una moto clásica italiana con un estilo único y un rendimiento impresionante. Esta moto ha sido preparada por el taller Stile Italiano para mejorar su rendimiento y ofrecer una experiencia de conducción emocionante junto con un estilo café racer irrepetible.

Gianluca Tiepolo es el fundador y dueño de este taller situado al norte del país transalpino y lleva ya casi 30 años restaurando y preparando todo tipo de motos con un estilo propio. La preparación de esta pieza comienza con el motor, un V-Twin de 844 c.c., que ha sido actualizado con un kit para aumentar su potencia. Esto dota a esta Moto Guzzi Le Mans 850 preparada de una mayor aceleración y una velocidad punta más alta. Además, se ha instalado un sistema de escape de competición para mejorar el sonido y la respuesta del propulsor.

Imposible no girarse al paso de esta Moto Guzzi Le Mans 850 preparada

La suspensión también ha sido actualizada con un conjunto de amortiguadores de alto rendimiento para mejorar la estabilidad y la tracción en las curvas. Esto permite al piloto maniobrar con precisión y confianza en cualquier situación. El aspecto de esta Le Mans 850 también ha sido mejorado con una serie de piezas de carrocería de fibra de carbono, incluyendo el guardabarros delantero y trasero, el carenado y el depósito de combustible. Esto no solo mejora el aspecto de la moto, sino que también reduce su peso para aumentar su rendimiento.

Moto Morini Calibro

La Moto Guzzi Le Mans 850 es una moto perfecta para aquellos que buscan una experiencia de conducción diferente. Con su motor actualizado, suspensión mejorada y piezas de carrocería de fibra de carbono, esta moto es una verdadera obra maestra de la ingeniería italiana.

El dueño de esta joya de las dos ruedas podrá disfrutar de una moto potente, ágil y muy divertida para disfrutar en sus rutas. Pero sobre todo deberá acostumbrarse a las miradas furtivas de todas las personas con las que se cruce por la calle porque no podrán dejar de mirarla.