A pesar de que el catálogo actual de la marca de Borgo Panigale abarca muchos segmentos, por encima de todos son las deportivas las que siguen siendo la seña de identidad de la firma italiana. Por eso hoy queremos comparar la Ducati Panigale V2 y la Supersport 950, dos modelos deportivos parecidos a priori, pero que pueden no serlo tanto.
En ambos casos hablamos de motos con una deportividad fuera de duda y con elementos que derivan del mundo de la competición, aunque bien es cierto que la Panigale V2 es la que más componentes comparte con las Ducati de carreras. Este modelo ha llegado con una tarea nada sencilla, sustituir a la Panigale 959, de la que difiere en muchas cosas, siendo el nuevo basculante monobrazo de la V2 una de los que más destaca.
Por su lado, la Ducati Supersport 950 aunque es claramente una moto deportiva, dibuja unas líneas algo más suaves, carece de apéndices aerodinámicos y la postura del piloto es bastante más relajada. Con esto deja claro que su estilo es más dócil que el de su hermana y está más pensada para el día a día. Además el hecho de poder limitarse para los usuarios del carnet A2 también define su estatus de moto sencilla, accesible y divertida.
La Ducati Panigale V2 llega del circuito a tu garaje
Es curioso comprobar como ambas motos montan motores cercanos en cuanto a cilindrada (955 c.c. la V2 y 937 c.c. la Supersport) y lo diferentes que son en diseño, potencia y sobre todo en comportamiento y prestaciones. En la Ducati Panigale V2 tenemos el impresionante Superquadro de 2 cilindros en V y 155 CV de potencia, mientas que la Supersport trae consigo el Testatretta 11°, también bicilíndrico, pero en este caso los cilindros están en L y entrega 110 CV.
Dejando de lado la evidente diferencia de potencia, la ingeniería y la electrónica que esconden cada uno de ellos son las que realmente marcan la diferencia. Las dos llegan de serie con una IMU de 6 ejes, pero la configuración de las asistencias de cada una de ellas es única, ambas también cuentan con 3 modos de conducción que definen el carácter de cada una.
La parte ciclo de ambas es de primer nivel en todos sus componentes, pero de nuevo, en la Panigale los elementos están enfocados a un alto rendimiento en pista. Viendo que el chasis de la V2 que es de tipo monocasco y fabricado en aluminio, ya sabemos que el circuito es su hábitat natural. Por otro lado, la Supersport se sostiene gracias a un bastidor tubular fabricado en acero.
En el apartado de las suspensiones también encontramos grandes diferencias entre las deportivas italianas, el tren delantero de la V2 está gestionado por una horquilla invertida Showa BPF completamente ajustable y el de la Ducati Supersport 950 por una Marzochi también configurable. La primera es un elemento de competición y prestaciones de muy alto rendimiento, mientras que la segunda ofrece unas sensaciones también deportivas, pero es más versátil y otorga una conducción más sencilla. En los frenos se igualan las fuerzas y en los dos casos encontramos los mismos discos y pinzas de la marca Brembo.
La instrumentación es otro de los puntos en común entre estos modelos, ya que para las dos se utiliza la misma pantalla TFT a color de 4,3”. Desde ella se controlan y consultan todas las asistencias de manera clara y además cuenta con conectividad bluetooth en sendas motos.
Como conclusión final, obviamente estamos ante dos monturas de la marca italiana tremendamente deportivas y con inspiración en la competición. Pero está claro que la Supersport está enfocada a un público más tranquilo, inexperto y que busca una moto para poder usarla a diario, mientras que la Panigale V2 es una moto extrema, que no todo el mundo debe pilotar y que donde mejor se siente es dentro de un circuito.