Desde el país del sol naciente llega esta espectacular Harley-Davidson EVO GP, que aunque parezca mentira está basada en una Evo de 1994. No intentes buscarle algún parecido porque es imposible, el trabajo realizado por este taller es de tal calidad que han conseguido una moto única e irreconocible.
A mediados de los 80 la compañía estadounidense estaba atravesando uno de los momentos más complicados de su historia, arrastraba una racha de resultados negativos durante varios años y tuvo que tomar una medida drástica para intentar revertir la situación. La decisión fue sustituir sus emblemáticos motores Shovelhead por uno más moderno denominado Evolution.
Para muchos, este hecho fue el que salvó a Harley-Davidson de la quiebra, aunque muchos puristas, incluso hoy en día, lo consideran una traición a su filosofía. La realidad es que esta nueva mecánica entusiasmó a sus clientes y sirvió como revulsivo gracias a su éxito de ventas. Otros que no han renegado de estos motores son los chicos del taller nipón Bad Land, que son los responsables de esta maravillosa customización. Este taller, situado en Yokohama, se ha especializado en restaurar y customizar motos de la marca de Milwaukee y la última de sus creaciones es esta Harley-Davidson EVO GP. Una moto completamente remodelada a nivel estético en la que su mecánica ha sufrido los cambios justos.
No sabemos el precio de la Harley-Davidson EVO GP, pero no lo necesitamos para saber que es una moto única
Desde Bad Land no han querido dar demasiados datos técnicos, con lo que no sabemos hasta qué punto esta EVO GP esconde muchas o pocas mejoras. Solo ha trascendido que monta un carburador Mikuni y salta a la vista que el escape es de cosecha propia, pero no sabemos si estos cambios han mejorado el rendimiento de la moto.
Otro elemento que se ha mantenido, con algunas adaptaciones, es el chasis de la unidad original en la se han basado. De aquí en adelante está todo cambiado y diseñado exclusivamente para la Harley-Davidson EVO GP. Empezando desde el tren delantero donde destaca el neumático de 23”, con un guardabarros hecho y pintado a mano, sujetado por una horquilla Thunderbike tras la que destaca una cubierta de radiador decorada a juego con el resto de la moto.
Todo el carenado está hecho artesanalmente, al igual que el impresionante depósito de combustible. Los diferentes tonos de grises, junto con los gráficos inspirados en temática de competición, otorgan un aire dinámico y atrevido a todo el conjunto. Dentro de este puede que lo que más llame la atención sea su enorme neumático trasero, un impresionante Metzler de 21” y 260 mm de anchura sujeto a un basculante monobrazo artesanal fabricado para la ocasión.
Como hemos dicho antes, los chicos de Bad Land no han querido que trasciendan demasiados datos acerca de esta moto, entre ellos el precio. Pero de lo que sí estamos seguros es que una obra artesanal así asequible no es.