El hecho de que la Suzuki DR650 no es una moto que se vaya a llevar un premio o galardón a nivel estético no debería sorprender a nadie. Pero no por eso significa que sea una moto mala ni mucho menos, tiene otras muchas virtudes que la hacen una moto casi indestructible y algo tiene que tener para llevar tantos años en el mercado casi sin cambios.
Como te puedes imaginar, este modelo se caracteriza por ser una moto polivalente, con la que circular por la calle en nuestro día a día, pero también con la que poder aventurarnos a disfrutar de alguna pista de tierra de vez en cuando. Esta polivalencia es la que hace que no se le pueda exigir una estética ni mucho menos llamativa. Se le exige versatilidad, fiabilidad y sencillez, y cumple a la perfección en todos esos campos.
Pero claro, aquí es cuando llegan las mentes creativas que tanto nos gustan y se ponen manos a la obra. Dada la sencillez, tanto mecánica como a nivel de componentes de esta todoterreno japonesa, es un modelo muy sencillo para poder personalizarlo y llevarlo al extremo. Esto es lo que los chicos del taller 485 Designs han hecho, convertir una DR650 en otra moto completamente nueva e irreconocible.
No le busques parecidos a esta Suzuki DR650, porque no existen
Este taller está especializado en la fabricación de escapes artesanales de alto rendimiento para motos y para coches, aunque de vez en cuando necesitan dar rienda suelta a sus mentes y acaban fabricando joyas como esta Suzuki DR650 personalizada.
Como puedes imaginar, no es la primera vez que se modifica esta Suzuki, la facilidad con la que se puede trabajar con ella ha hecho que sean muchos los que se han atrevido a trabajar sobre su diseño. Sin embargo, esta en concreto puede ser una de las que más llaman la atención por su estética tan especial.
Lo primero que hicieron al empezar el proyecto es deshacerse por completo de la carrocería original y del subchasis, fabricando uno propio, algo más corto, pero que aun así está preparado para albergar dos pasajeros. Sobre él, hay un asiento completamente personalizado que acaba justo en el depósito de combustible, depósito que han tomado prestado de una Kawasaki KZ.
La mecánica casi no ha sufrido ninguna modificación y se ha mantenido el motor original de 644 c.c. y 43 CV con el que salió de fábrica esta Suzuki DR650. Decimos casi, porque dedicándose a fabricar escapes artesanales, el broche oro de este proyecto tiene que ser este elemento, el cual baja para pasar por debajo del motor hasta terminar algo más arriba a la altura del basculante.
Para concluir no podemos dejarnos en el tintero otras piezas que mejoran sustancialmente su comportamiento y confort, como la horquilla que han “robado” a una GSX-R, la iluminación LED o la instrumentación completamente digital.
El trabajo que ha realizado este taller estadounidense es tremendamente exquisito y minimalista a partes iguales, haciendo de una moto todoterreno una mucho más refinada y deportiva.