Nos encantan los proyectos de preparación de cualquier moto, pero si son modelos que no se ven mucho en este mundillo de las customizaciones, todavía nos parecen más interesantes. En este caso, un taller taiwanés le ha dado una segunda vida a esta Kawasaki Z1000 del 2003, en la que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Como decimos, existen ciertos modelos que los expertos saben que son más proclives a ser modificados, por su sencillez, facilidad de encontrar recambios y piezas o por diferentes motivos. Pero pocas veces hemos visto a una Z1000 ser customizada y mucho menos verla convertida en una cafe racer tan espectacular como esta.
Esta magnífica obra de arte del mundo del motor es un trabajo del taller afincado en Taipei llamado Cowboy´s Chopper. Al frente del mismo está el artista de las motos Alex Gao, un reputado diseñador especializado en el estilo cafe racer, tal y como puedes apreciar viendo las imágenes de esta moto.
Esta cafe racer parece cualquier moto menos una Kawasaki Z1000
La base mecánica para este proyecto era más que solvente y por eso el 4 cilindros de 953 centímetros cúbicos y 127 CV de potencia tan solo tiene una profunda revisión y puesta a punto. No como el escape que sale de este bloque, en el que el sistema original deja paso a un llamativo y exclusivo escape de titanio.
Aunque, como suele ocurrir en este tipo de trabajos, lo primero fue despiezar la Z1000 por completo para saber lo que se podía y no se podía seguir usando. El chasis tiene algunas mejoras, pero la principal diferencia en la parte ciclo es el nuevo subchasis que soporta la parte trasera de pequeñas dimensiones, sobre la que se montó un asiento de cuero negro fabricado a medida.
Este colín minimalista incorpora una pequeña y elegante tira LED que hace las veces de faro trasero y por culpa de sus reducidas dimensiones, el soporte de la matrícula ahora se sitúa anclado al basculante. Al igual que la parte trasera, el depósito de gasolina también es nuevo y fabricado a mano, de la misma manera que el guardabarros delantero.
Como puedes ver, exceptuando el motor y la mayoría de las partes del chasis, esta Kawasaki Z1000 de estilo cafe racer es una moto prácticamente nueva y sobre todo única. La horquilla ha sido revisada, aunque se mantiene la original, algo que no ocurre con el amortiguador trasero de serie, que fue eliminado de la ecuación y sustituido por un Öhlins TTX de mayor rendimiento.
Los frenos son otro punto a destacar en este trabajo, ya que las pinzas de origen desaparecieron, dejando paso a unas de la marca Brembo con mejores prestaciones. Por último, pero sin desmerecer su importancia, debemos mencionar el trabajo de pintura que trae consigo esta Kawasaki. Tanto Alex, como su equipo, tenían claro que quería algo sencillo, de ahí el plateado en el depósito y colín, para que contrastase con el negro que predomina en el resto del conjunto.
Esta moto única -basada en una de las naked más emblemáticas de la marca nipona de principios del siglo XXI- no sabemos si ya tiene nuevo hogar o no, pero sí estamos seguros de que cuando lo tenga, su dueño será una persona feliz y tremendamente afortunada.