Cuando tomas de partida una moto con un nivel tecnológico altísimo y más propio de la máxima competición que de las calles y la mejoras aún más, el resultado sólo puede ser brutal y espectacular. Ese es precisamente el caso de la BMW M 1000 RR, la primera moto con denominación M de la marca alemana, que tomando la base de la S 1000 RR lleva a la súper deportiva germana el concepto de la serie M que tan extendida y reconocida está en la división de coches. Ahora, tras haber sido presentada en la parte final del pasado 2020, sabemos por fin el precio oficial que se le ha puesto para la venta al público y, desde luego, queda claro que no estará al alcance de todo el mundo.
El primer punto modificado de la BMW M 1000 RR respecto a la S 1000 RR es el motor, que está cuidadosamente revisado y mejorado para conseguir una respuesta de competición y unos valores próximos a los de las motos de carreras. Para conseguir esos 212 CV de potencia y los 113 Nm de par que alcanza el tetracilíndrico, se han instalado nuevos pistones forjados, se ha aumentado la compresión, las bielas de titanio se han alargado y aligerado, los balancines se han afinado y aligerado, las entradas de la admisión se han mecanizado con nuevas geometrías y se han optimizado los árboles de levas y el área de la admisión. Con todo ello, el propulsor es capaz de girar a 15.100 revoluciones por minuto. A la hora de reducir el peso del conjunto, ha sido clave el ahorro del nuevo escape, que es 3,6 kg más ligero.
Al igual que sucede en la máxima competición, otro de los puntos clave es la aerodinámica y, como no podía ser de otra manera, la de la M 1000 RR también se ha visto modificada para mejorar su actuación. Por un lado se ha buscado alcanzar la máxima velocidad punta posible con una cúpula elevada, pero igual de importante que esto es la búsqueda del mayor agarre posible tanto en el tren delantero como en el trasero. Para ello, se han instalado alerones de carbono en el carenado capaces de generar una carga descendente que ayuda a que la moto no se levante tanto en las aceleraciones. Además, en las curvas y las frenadas esta carga también ayuda, aumentando el aplomo de la moto y permitiendo hacer frenadas más fuertes y un mejor paso por curva.
Para rebajar lo máximo posible los cronos por vuelta, los ingenieros de la firma alemana también han dedicado parte de sus esfuerzos al chasis y la parte ciclo. Además de contar con unas suspensiones optimizadas, el soporte del amortiguador trasero se ha modificado para sacarle un mejor partido. Los nuevos frenos desarrollados con la experiencia en competición y las llantas de carbono completan un conjunto de máximo nivel.
De la misma manera, la electrónica está muy presente en la BMW M 1000 RR, siendo dependiente de una IMU de seis ejes. Sistemas como el control de tracción, los modos de conducción, el control del freno motor, el control de lanzamiento o el shifter en subida y bajada ayudan a que la moto sea no sólo más rápida, sino también más fácil de pilotar.
Estando abierto ya el plazo para hacer pedidos en los concesionarios de la marca germana, la BMW M 1000 RR tendrá un precio oficial de 37.780 euros.