A día de hoy, conseguir una moto tan exclusiva y única como las motos de Gran Premio que llevaron al límite en los años 90 y principios de los 2000 pilotos como Mick Doohan o Max Biaggi, es una misión casi imposible al menos para la mayoría de los mortales. Sin embargo, si no puedes comprar una original siempre te queda la opción de fabricarte tú una con tus propios medios. Ese es precisamente el caso de esta brutal Yamaha YZR500 Réplica.
Sin lugar a dudas, lo que más destaca de esta Yamaha YZR500 Réplica es su estética casi idéntica a la moto original, pero la realidad va mucho más lejos si nos paramos a contemplar detenidamente sus componentes y nos centramos un poco más en su historia. Si bien es cierto que motos como la YZR500 o la NSR 500 o TZR250 salen a la venta en determinadas ocasiones, no es menos cierto que lo hacen a un precio prohibitivo debido a las pocas unidades que existen en el mundo. Por ese motivo, cada vez es más frecuente encontrarse réplicas como esta en venta que si bien no son tan espectaculares como las originales sobre todo en prestaciones, son más que suficientes para muchos.
Esta Yamaha YZR500 Réplica en cuestión combina a la perfección sus tres puntos más importantes. El primero de ellos es el motor, tomado de una Yamaha RD500 la base del motor y rehaciéndolo prácticamente por completo con nuevos rodamientos y pistones. A este motor se le añadieron también piezas de la mítica RD 350, con lo que el resultado es cuanto menos curioso. Además, se hicieron todos los ajustes necesarios para que todo trabajase en buenas condiciones y se buscó hacer que el motor fuese más dosificable y amable que el de serie. Hacer que todos esos componentes encajen en armonía no es un trabajo sencillo, pero el autor de esta “obra de arte” lo consiguió a base de horas y horas de artesanía.
Esta Yamaha YZR 500 Réplica guarda un gran trabajo de artesanía en su interior
Por su parte, el chasis elegido para esta Yamaha YZR500 Réplica es el de una TZR, habiendo sido necesario modificar los anclajes del motor para poder unir todas las piezas del conjunto. Completando la parte ciclo están las suspensiones Öhlins y los frenos brembo.
Eso sí, de manera indiscutible la estética es la gran protagonista de la moto, que equipa un juego de carenados y fibras que simulan los originales de la YZR de manera impecable. Si le sumamos la decoración como las unidades que pilotaron Biaggi y Checa a finales de los 90 y principios de los 2000 el resultado es difícilmente mejorable…
Lo mejor de esta Yamaha YZR500 Réplica es que está en venta y puede acabar en tu garaje si te das prisa… ¡y si tienes las 25.000 libras que cuesta!