Harley-Davidson es, con el permiso de Indian, la gran valedora del dirt track en Estados Unidos. Pero desde el otro lado del Océano Pacífico llegó la Yamaha MT-07 Dirt Track dispuesta a luchar cara a cara en territorio hostil. Todo un alarde de tecnología moderna con aroma a pista de tierra.
¿Qué decir del dirt track? Es una disciplina espectacular de ver y divertida de probar. En España tenemos la suerte de contar con el Noyes Camp que nos acerca ese sabor estadounidense tan típico y hemos vivido el resurgir de la categoría en los últimos tiempos. Pero en Estados Unidos es mucho más que eso, es casi una religión. Óvalos de tierra y ceniza, sin freno delantero y con curvas a izquierdas donde todo es más complejo de lo que parece. Una muestra de ello es la Yamaha MT-07 Dirt Track, el arma que ha preparado la firma de los diapasones cruzados para competir en la máxima categoría del AMA.
La primera de las Yamaha MT-07 Dirt Track que salió a la pista lo hizo en 2015 y, como es obvio, con el motor de la MT-07 una mecánica que Yamaha emplea en cinco de sus modelos. Lógicamente este motor, que ha pasado de los 75 cv de su primera versión hasta rondar los 100 en la actual, está convenientemente preparado para la competición.
Nada se ha dejado al azar en una moto que pilota DJ Beach y que ha reverdecido los laureles de Yamaha en los óvalos después de casi 30 años. El chasis, como es costumbre, es un multitubular de acero diseñado y construido a medida, nada de serie… También son especiales el resto de sus componentes, como las llantas de palos aligeradas, los protectores de carbono o el espectacular escape S&S de titanio. En cuanto a los neumáticos, monta Dunlop y es que en el AMA Dirt Track es el suministrador único del campeonato.
Una auténtica bestia preparada para las pistas de milla y media milla y que buscará, cuando se reanude la competición, seguir plantando cara a Indian (vencedora de los tres últimos campeonatos) y a la siempre competitiva Harley-Davidson.