La movilidad eléctrica apuesta principalmente por ofrecer un servicio de transporte funcional, una manera de llegar del punto A al punto B de la manera menos contaminante posible y también más económica tratando de reducir mucho el coste tanto del mantenimiento como de la energía utilizada para desplazarse. Esto lleva a que la mayoría de motos eléctricas sean motos altamente pragmáticas en las que la mayoría de su diseño queda supeditado a estos dos factores. Sin embargo, no todas siguen ese dogma y la Silence S01+ es sin duda una de las mejores pruebas de ello que se pueden encontrar en el mercado.
Para Silence, una moto eléctrica no tiene por qué renunciar a ser una moto interesante al estilo de lo que nos podamos encontrar en sus homólogas con motor de combustión interna. Usar electricidad para desplazarse y tener un diseño de concepto “premium” no está reñido, con todo lo que ello conlleva como veremos más adelante.
Al fin y al cabo, conducir una moto de estas características no implica renunciar a una conducción agradable y a un comportamiento previsible.
Equipamiento:
Casco: Scorpion EXO-R1 Air Vatis
Chaqueta: Tucano Urbano Urban Network
Guantes: HT Combo Carbon Denim
La Silence S01 + apuesta por el concepto “premium”
Cuando uno se fija en la trayectoria de Silence, rápido se ve que su estrategia no es la de competir en el mercado poniendo en juego modelos de bajo coste y de calidad reducida. Si bien la S02 es su modelo básico destinado a servicios de sharing y a un uso laboral de repartidores y mensajeros, sus hermanas mayores apuestan claramente por posicionarse como motos de nivel elevado. La Silence S01 –que ya probamos en su momento en Moteo– es ya una moto que sigue esa línea y que sirve de base a esta Silence S01+ en la que ese “más” conlleva una serie de mejoras que elevan las prestaciones y la funcionalidad de la scooter de la marca española.
Estas mejoras sobre el modelo básico se centran en cuatro apartados, afectando tres de ellos directamente a la conducción y uno de ellos a la estética fundamentalmente. Este último es el asiento, que es de un tejido aterciopelado diferente al estándar y con costuras en rojo para potenciar más la imagen deportiva de la S01+. Bajo este asiento tenemos espacio para guardar dos cascos integrales y todavía queda espacio extra para llevar más objetos.
Esta Silence S01+ tiene también tres modos de conducción que regulan el comportamiento del motor de 7,5 kW situado en el buje de la rueda trasera. Para un uso completamente urbano está el modo ECO que nos permite alcanzar los 70 km/h de velocidad punta con una entrega de potencia suave y agradable tanto en las arrancadas desde parado como en aceleraciones ya una vez en movimiento. Este modo, además de ser el más cómodo y suave es el que más nos permite estirar la autonomía, ya que con él seleccionado entra el sistema de frenada regenerativa que recarga levemente la batería.
Si queremos una entrega más contundente y una velocidad de hasta 90 km/h tendremos que recurrir al modo City, mientras que el modo Sport nos lleva hasta los 100 km/h con todo el potencial del motor. Estos dos modos son los más exigentes para la batería, por lo que hay que ser lo más pragmático posible a la hora de utilizarlos para alargar todo lo posible la autonomía, que en condiciones ideales es de 133 kilómetros. Es precisamente circulando en el modo Sport en el que encontramos una de las características propias de la Silence S01+, su sistema “push to pass”. Cuando la temperatura del motor es la apropiada, vamos a 100 km/h y llevamos más de la mitad del recorrido del acelerador accionado, aparece la opción de seleccionar el modo “+” que nos permite alcanzar los 115 km/h durante 15 segundos. Esto es muy útil en autopistas para adelantar.
Gestionar los modos de potencia es la clave para estirar la autonomía de la Silence S01+ al máximo
Si pasamos la mirada por la parte posterior de la Silence S01+, rápidamente encontraremos la tercera de sus mejoras respecto a la S01 estándar: su amortiguador trasero. Este amortiguador es regulable en compresión de manera muy sencilla y sin herramientas, lo que permite ajustar su comportamiento en cuestión de segundos. Si bien este era uno de los puntos más flojos de la S01, que tendía a ser demasiado blanda de atrás, la S01+ lo solventa bastante bien con su amortiguador con botella de gas separada.
El último elemento diferenciador de la Silence S01+ es su freno delantero, que equipa pastillas Galfer en la pinza de anclaje axial. Este freno es algo más deportivo, aunque la diferencia no es excesiva. Para regular el desempeño del freno delantero y del trasero disponemos de un sistema CBS de frenada combinada, que reparte la presión entre ambos trenes independientemente de la maneta que accionemos. Con todo ello, la potencia de frenado que tenemos en todo momento es más que suficiente para detener los 152 kg del conjunto (111 de la moto a los que hay que sumar 41 de la batería de tipo trolley que se puede transportar cómodamente gracias a sus ruedas y a su asa desplegable).
El comportamiento de la Silence S01+ es ágil teniendo en cuenta su peso
Como ya has podido leer, la scooter eléctrica de la marca española no es ligera. Una moto de estas características y con este peso está por encima de lo normal en esta categoría, pero gracias a un detalle que puede pasar por alto su comportamiento en marcha no es torpe para lo que sería lógico con estas cifras. Este detalle es que la batería, el elemento más pesado de la moto, se sitúa muy abajo y entre las dos ruedas. Esto hace que el centro de gravedad esté bastante bajo y centrado y que la moto gire bien y sea fácil de cambiar de dirección sin necesidad de aplicar mucha fuerza.
Un punto muy a tener en cuenta a pesar de el elevado peso es que la moto se mueve muy bien en parado gracias a su sistema de marcha atrás, que permite maniobrar de manera cómoda y segura sin bajarse de la moto aunque no se cuente con una altura elevada. Su asiento está a 805 milímetros y con una estatura poco superior al 1,70 es muy fácil moverla en todos los sentidos. Además, la postura de conducción es cómoda y no carga ni la espalda ni los brazos.
El tarado algo más duro y el mejor desempeño del amortiguador trasero respecto a la S01 se nota, pero la horquilla tiene el mismo comportamiento. En general no desentona con la moto y no es blando en exceso, pero tal vez un poco más de dureza le vendría bien en algunos momentos, sobre todo a velocidades elevadas cuando se pasa por algún bache o alguna irregularidad. Eso sí, circulando por ciudad a velocidades normales trabaja de manera correcta, siendo cómoda y a la vez efectiva.
El pack lo completan los neumáticos Pirelli Angel, que transmiten la confianza necesaria para el día a día tanto en inclinaciones como en frenadas y tanto en seco como en mojado, aunque en este punto y tratándose de una moto premium un sistema ABS debería ser imprescindible. Motos de precios muy inferiores lo equipan, así que no sería una mejora descabellada en sucesivas revisiones del modelo.
Ser una de las mejores scooters eléctricas tiene su precio
No cabe duda de que el objetivo de esta Silence S01+ es el de ser una de las motos más top de su categoría si no la que más. A pesar de que en algunos aspectos no lo es, sí que es cierto que de manera global la moto está a un nivel que la inmensa mayoría de sus rivales no pueden alcanzar. Pero eso tiene una contrapartida: su precio.
En ningún momento Silence ha querido posicionarse como una de las múltiples marcas económicas o low cost que inundan el mercado de las scooters eléctricas y eso se nota mucho en el PVP de sus modelos y en especial en el de la moto que tenemos entre manos, su buque insignia. Si queremos conseguir una y hacerlo con la batería en propiedad, de la manera habitual, su precio asciende a 7.850 euros. A ello habría que sumarle los accesorios que queramos instalarle de entre los disponibles dentro del catálogo de Silence.