Si eres un nostálgico de las motos de los 80 y los 90, seguro que la Yamaha TZ125 es una moto de la que has oído hablar. La que fue una moto de ensueño para muchos, proveniente directamente del mundo de la competición, siempre ha sido una moto digna de competición por sus capacidades y características… aunque siempre hay alguien dispuesto a destrozarla con cambios, como es el caso de hoy.
Si hay algo por lo que destacaban las motos de carreras en los años 80 y 90, dentro de las categorías inferiores como la de 125 centímetros cúbicos o la de 250, era el empleo de chasis muy ligeros y compactos sobre los que se montaba un motor de 2 Tiempos. Este tipo de mecánicas, si bien eran muy frágiles y necesitaban mucho mantenimiento, eran muy rápidos.
Una de las motos que más destacó en las pistas en ese sentido fue la Yamaha TZ125, que compitió mano a mano contra sus más directas rivales, las Honda y las Aprilia. Su rendimiento era espectacular gracias a su diseño, incluyendo todos los aspectos. Ahora bien, a día de hoy no es fácil encontrar unidades completas en buenas condiciones, lo que llevó a los dueños de nuestra protagonista de hoy a tomar una decisión cuanto menos comprometida.
Esta Yamaha TZ125 “Frankenstein” está a la venta
Esa decisión maldita no es ni más ni menos que quitarle a la moto una de sus principales armas, su motor de 2 Tiempos, para sustituirlo por el motor monocilíndrico de una WR250X. Lamentablemente, este motor de una moto de enduro también de la firma de los tres diapasones tiene una potencia significativamente inferior.
Desde los 42 CV que aproximadamente tenía el motor de esta moto “carreras cliente”, con el cambio se bajó hasta los 30, modificándose no sólo la potencia máxima sino también el carácter de la moto, el peso y la entrega. Eso sí, aunque ya no sea lo que era, según el propietario esta moto todavía sigue siendo muy divertida y rápida en algunos trazados.
Al margen del motor, los demás componentes de la Yamaha TZ125 no se han alterado de manera significativa. Mención aparte merecen el carenado y las demás fibras, que reflejan a la perfección el ADN de carreras que tenía la moto. Por si fuera poco, los colores institucionales de Yamaha son un plus en cuanto a la estética.
Si con todo esto estás interesado en conseguir que esta moto acabe en tu garaje sólo necesitas dos cosas. Por un lado, tener al menos 5.600 $ para comprarla y por otro, ir hasta Carolina del Norte, en Estados Unidos, para recogerla.