Si tu pasión por las motos te ha llevado a plantearte cómo sería El Cascanueces versión motera presta atención. Un lago helado, una moto y clavos no siempre es buena combinación.
Hoy estamos aquí para observar cómo la teoría de la selección natural es extrapolable también fuera de la naturaleza. El «Dios del motor» ha decidido que esta persona no era apta para él y se lo ha manifestado bruscamente. Y es que es así como debe ser, sin rodeos. ¿No sabes lo suficiente sobre física como para saber que eso no se debería hacer? Despídete de tu moto, nos estás haciendo un favor a todos, aquí tenemos tu triciclo.
Y mira que la estrategia no estaba mal pensada. “Pongo unos clavos en mis ruedas y las hago rodar sobre una fina capa de hielo, ¿qué puede fallar?” Debió de pensar con la mejor de sus sonrisas asomando bajo el casco. Pero claro, a lo mejor el problema es que los conocimientos que este “piloto” posee sobre el hielo son limitados. De hecho, es más que posible que se limiten a los adquiridos mediante observación en vaso de tubo. Lo cual, con toda probabilidad, no será el método aconsejado por sus profesores a lo largo de su etapa estudiantil. Una lástima que no se empapara de sus enseñanzas de igual modo que se acaba empapando su moto.
Si quieres saber de qué estamos hablando, aquí tienes el video: