Hablar de PL Racing es hablar de una de las escuderías más exitosas dentro de la competición nacional en el motociclismo de élite. Con 17 años de historia desde su creación en 2004, el equipo madrileño ha conseguido varios títulos en diferentes categorías, siendo siempre uno de los equipos referentes donde ha participado. Grandes pilotos y grandes profesionales han pasado por su box en estos 17 años, pero hay una cosa que siempre se ha mantenido en la estructura: la pasión por las carreras. Sumando la enorme experiencia de sus integrantes con ese factor, el resultado es fácilmente reconocible tanto por los integrantes del paddock como por las marcas que llevan más de una década apoyándoles.
Si hubiera que elegir una forma breve de definir la filosofía de PL Racing, la más directa y clara sería afirmar que es la pasión por las carreras lo que mueve a todos y cada uno de los mecánicos, técnicos y responsables de la escudería madrileña. Para fundarla, unieron sus fuerzas dos personas clave en su trayectoria: Pedro Parajuá y José Lázaro. Ambos contaban con muchísima experiencia en todo tipo de categorías y con todo tipo de motos, desde las antiguas motos de 500 c.c. de dos tiempos hasta las Superbikes de los años 90 de la mano de Juan López Mella. No hay circuito en Europa que no se conozcan ambos como la palma de su mano y las aventuras que vivieron junto a personajes como Fernándo González de Nicolás entre otros muchos dan para escribir no un libro, sino varios. Todos ellos tenían algo en común: vivían de la manera más intensa posible su vida y como consecuencia, las carreras. En ellas perdieron muchas cosas, desde grandes amigos hasta grandes sumas de dinero. Pero ganaron otras muchas como una brutal experiencia tanto en mecánica como en gestión de la competición y también de lo que conlleva una gran estructura como la que hoy en día forman los dos equipos que están bajo su paraguas. Por un lado, en la categoría de Superbike está el Kawasaki Palmeto PL Racing Team y por otro, en la categoría de SBKJunior está el Kawasaki PL Racing Junior Team.
Sin embargo, aunque a día de hoy estén presentes en esas dos categorías, lo cierto es que la trayectoria del equipo y de la propia competición en sí les ha llevado a participar en un sinfín de categorías en las que siempre se han desenvuelto de manera más que aceptable. Desde los pasos por la Copa FIM de Superstock o el Campeonato de Europa de Velocidad hasta el Europeo de Moto2, el Campeonato de España de Supersport, la Copa Ninja o el Campeonato Interautonómico de Velocidad, no ha habido aventura en la que Parajuá y Lázaro no hayan querido embarcarse siempre que el presupuesto se lo ha permitido.
Tras unos primeros años de andadura del equipo a mediados de la primera década de los 2000, con Julián Mazuecos pilotando las Yamaha del equipo, el salto llegó con la incorporación de Kawasaki y Michelin, haciendo que el Kawasaki Palmeto PL Racing se convirtiera en la estructura oficial de ambas marcas. Corría el año 2009 cuando Kenny Noyes – el estadounidense de Miraflores de la Sierra- se incorporaba a la estructura y lo hacía preparado para luchar por el título sobre su ZX-10. Ese año estuvo lleno de alegrías, incluyendo la primera victoria de Noyes en Barcelona y también de momentos emocionantes que acabó con una idea bien afianzada: el Kawasaki Palmeto PL Racing era un equipo top preparado para luchar por la victoria.
2010 fue un año duro con Julián Mazuecos y Elena Rosell a los mandos de dos ZX-10 que llegaban como modelo al final de su vida competitiva, lo que hizo que la temporada fuese difícil unido a la grave lesión que sufrió el piloto madrileño cuando peleaba por imponerse en el Campeonato de Europa, en Albacete.
La temporada siguiente, la del año 2011, es la que se convirtió en una de las mejores temporadas de la escuadra madrileña. El año comenzaba con dos grandes novedades. Por un lado, se estrenaba la nueva versión de la Kawasaki ZX-10R, una moto completamente nueva que llegaba llena de avances respecto a la anterior. Por el otro, recalaba en el equipo Iván Silva tras su paso por Moto2. Ambos se entendieron bien desde el principio y a partir de la llegada de George Vukmanovich como técnico del equipo, los éxitos no tardaron en llegar. El técnico estadounidense y Silva ya se conocían de temporadas anteriores y su sintonía se notó desde el primer momento. Todo el equipo trabajó con intensidad y pasaron de ser perseguidores en la clasificación general a liderarla. Por el camino, se proclamaron Campeones de Europa tras un gran fin de semana que sirvió para dar todavía más moral. Finalmente, en Jerez y bajo un aguacero espectacular, llegó la primera corona de Campeones para el Kawasaki Palmeto PL Racing de la mano de Silva, que posteriormente se convirtió en piloto de MotoGP.
2012 fue un año que no salió como se esperaba. Tras la marcha de Silva, Santi Barragán fue el encargado de pilotar la primera moto del equipo mientras que el joven Lucas de Ulacia se subió a la segunda tras un corto periodo de aprendizaje en la Kawasaki Ninja Cup. Los resultados no acabaron de acompañar en ese año para Barragán, mientras que de Ulacia siguió acumulando kilómetros de experiencia sobre la bestia verde. Simultáneamente, Parajuá y Lázaro decidieron embargarse en una nueva y exigente aventura junto con Kenny Noyes y el resultado fue la creación del equipo de Moto2 en el que el piloto estadounidense luchó por el campeonato frente a estructuras con muchos más medios. Sin lugar a duda, una experiencia difícil y bonita a la vez no exenta de quebraderos de cabeza que quitaron el sueño a los protagonistas en más de una ocasión.
Azotados por la crisis económica que tan difíciles puso las cosas a muchas personas, la de 2013 fue una temporada que puso al límite a la estructura madrileña, que aun así consiguió mantenerse a flote con Antonio Alarcos en sus filas en la categoría reina junto a De Ulacia, que continuaba con su progresión tutelado por los técnicos del equipo.
Si 2011 fue un punto de inflexión en la trayectoria de PL Racing, 2014 lo fue nuevamente. El año comenzaba con Noyes volviendo a la escudería junto a Robertino Pietri y Lucas de Ulacia. La alineación ofrecía un nivel de calidad, velocidad y ganas de hacerlo bien que desde la primera carrera quedaron patentes. Desde el principio, Noyes se posicionó como un claro candidato al título con Pietri también luchando por la victoria en cada evento. Finalmente, Kenny consiguió acabar en lo más alto de la clasificación general, ganándose el derecho a llevar el número 1 en el carenado en el año siguiente y dándole a PL Racing su segunda corona de campeones.
Si 2014 fue un gran año, 2015 fue uno de los más duros para los integrantes del equipo. Todo iba bien hasta que en MotorLand Noyes tuvo una fea caída que casi le cuesta la vida. El palo fue terrible para todos ellos y los resultados quedaron en un segundo plano aunque Lucas de Ulacia consiguió dar un gran paso adelante y estuvo a punto de subir al podio en la prueba de Navarra, en la que cruzó la meta en cuarta posición. Por su parte, Noyes comenzó una dura carrera en ese momento: la de recuperar su vida y luchar por mejorar. Una prueba que Kenny sigue disputando aún a día de hoy.
La siguiente temporada supuso un cambio importante. El Campeonato de España de Velocidad volvía a tener una entidad propia controlado por la RFME al margen de Dorna y la categoría de Stock1000 pasaba a disputarse dentro de él. Ese año Ángel Rodriguez se unió a Lucas de Ulacia para pilotar las motos del equipo, luchando por los puestos de cabeza de manera habitual. De Ulacia cada vez avanzaba más en la categoría aunque no fue un año fácil para el piloto madrileño.
Ya en 2017, Iván Silva volvía a la escuadra madrileña para protagonizar un duro año para ambas partes. Los resultados no acompañaron y las cosas no acababan de salir bien, lo que complicó las cosas de manera sustancial. Aun así, nunca se paró de trabajar para recuperar el terreno perdido en un año de transición también para Michelin, que a partir de ese punto reforzó su trabajo y desarrollo de nuevos neumáticos para la siguiente temporada.
Si en 2017 fue Silva el que retornó a la que fue su casa, en 2018 fue otro viejo conocido del equipo el que se alineó junto a De Ulacia en el box del equipo. Julián Mazuecos, que el año anterior había disputado el CIV junto a Pedro Parajuá y José Lázaro, había retomado la competición y su siguiente paso fue volver también al RFME CEV. Además, PL Racing se embarcó en un nuevo proyecto en la categoría de SuperSport300 con tres jovencísimos pilotos que se subieron a sendas Kawasaki Ninja400. Ferrán Hernández, Álex Carrión y Alejandro Pérez. Esta nueva historia comenzó de la mejor manera posible, con Hernández convirtiéndose en Campeón de España y dando al equipo la tercera corona.
Esa misma línea se siguió en 2019 con la llegada de Maxi Scheib para pilotar la Kawasaki ZX-10RR del Kawasaki Palmeto PL Racing Team. Lo cierto es que el piloto chileno se adaptó a la perfección a su nueva moto y dominó toda la temporada dejando claro en cada carrera que era el piloto más fuerte de la categoría. Junto a su Kawasaki y a Michelin, Scheib y PL Racing sumaron un nuevo título al final del año de manera contundente. Desgraciadamente, ese éxito quedó empañado por la dura situación vivida por Lucas de Ulacia, que en los últimos entrenamientos de la pretemporada sufrió una fea caída que le ocasionó una grave fractura en las vértebras. De Ulacia, que luchó por su vida fuertemente, continuó y continúa a día de hoy luchando en su recuperación para recuperar la movilidad de sus extremidades.
Siendo la estela dejada por Scheib difícil de mantener, Román Ramos aceptó el reto de convertirse en el piloto del equipo con base en Getafe. El piloto cántabro cuenta con una gran experiencia en Superbike y lo cierto es que ha mantenido un grandísimo nivel en la primera parte de la temporada actual hasta el punto de sumar tres victorias y situarse como líder de la clasificación general desde la que peleará hasta final del año por dar al equipo su quinta corona.
Lucas de Ulacia: la lucha continúa
Aunque ya abandonó hace muchos meses el Hospital de Parapléjicos de Toledo, Lucas de Ulacia no ha parado de trabajar de manera intensiva e incansable en su recuperación. El piloto madrileño se trasladó a su casa para continuar trabajando junto a los mejores fisioterapeutas, convirtiéndose eso en su principal tarea todos y cada uno de los días.
Con esta mentalidad, Lucas ha continuado mejorando de manera lenta pero incesante dando “pequeños pasos” que buscan como principal objetivo permitirle dar pasos reales en un futuro próximo. De esta manera, De Ulacia sigue manteniendo el tipo y dando el 100% en cada sesión de fisioterapia de la misma manera que se esforzaba en cada salida a pista sobre su moto.
Con todo ello, De Ulacia sigue siendo piloto del Kawasaki Palmeto PL Racing Team, donde está de manera constante presente su figura y donde todos los integrantes tienen un gran cariño por él.