Cuando bajan las temperaturas el comportamiento de nuestra moto varía y es que tener los neumáticos fríos en invierno es lo normal pero eso no impide que nos podamos llevar un susto.
Si estamos acostumbrados a montar en moto y llevamos unos años haciéndolo, sabemos que cuando bajan las temperaturas hay que tener más cuidado que nunca en los primeros momentos que nos subimos a la moto. Tener los neumáticos fríos en invierno es mucho más habitual que en el verano, puesto que la temperatura ambiental también es más baja y, por lo tanto, que alcancen la temperatura necesaria para funcionar sin problemas le lleva más tiempo.
A la temperatura ambiente y la temperatura del propio neumático tenemos que sumar la temperatura del asfalto. Lógicamente y aunque le esté dando directamente los rayos de sol, no será la más indicada sobre todo a primera hora de la mañana y última hora de la tarde. Durante el resto del día dependerá de la temperatura ambiental más que de la luz que le de.
En cualquier caso, siempre debemos aumentar la precaución e intentar no pedir un gran rendimiento al neumático durante su uso y, especialmente, durante los primeros minutos. Solamente con rodar y si tenemos un neumático de calidad que esté en condiciones, irá calentándose hasta aportarnos toda la seguridad que necesitamos. Igualmente hay que tener en cuenta que si el neumático es de un compuesto duro siempre nos costará más calentarlo y por tanto deberemos tener mucho más cuidado si cabe.
¿Cómo puedes calentar el neumático antes? Pues la verdad es que la mejor manera de hacerlo en la calle es con precaución, que vayan pasando los metros, acelerando y frenando con sutileza. Así lograremos «meter la rueda en temperatura», aunque lógicamente no será fácil que estén a la misma temperatura que en verano y, por tanto, su agarre tampoco será el mismo.
Añadir, que acelerar y frenar de manera continuada ayudará también a calentar las gomas aunque para eso hay que asumir un riesgo innecesario.