El ruido excesivo de las motos puede ser un problema tanto para los usuarios de ellas como para quienes los rodean. Sin embargo, muchos moteros desconocen las regulaciones y las multas asociadas si su moto hace mucho ruido. Por eso hoy queremos poner un poco de luz explorando la normativa vigente, las posibles consecuencias y cómo la movilidad eléctrica cada vez coge más fuerza como una opción más silenciosa y sostenible.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cualquier sonido que supere los 65 decibelios durante el día y 55 decibelios durante la noche puede dañar nuestra salud. En España, la normativa del ruido de las motos se encuentra en el Reglamento General de Circulación, el cual establece que los vehículos no pueden circular con niveles de ruido superiores a los límites establecidos por las normas específicas de cada vehículo. Según datos obtenidos por AMV, empresa especialista en seguros de motos, 7 de cada 10 usuarios de motos desconocen a partir de cuántos decibelios pueden ser sancionados.
En nuestro país la normativa que determina los parámetros y las posibles sanciones está en el artículo 7 del Reglamento General de Circulación (Emisión de perturbaciones y contaminantes). Aunque no es la única norma vigente en este sentido y además en él no se especifica un número exacto de decibelios por el cual si tu moto hace mucho ruido puedes ser sancionado.
Si tu moto hace mucho ruido, el desconocer la norma no te exime de cumplir la sanción correspondiente
Por esta razón, y para clarificar lo máximo posible, los expertos recomiendan que no se supere en más de 4 decibelios el nivel de emisión sonora que aparece en la ficha de homologación de la moto. Cumpliendo esta regla podremos circular tranquilos y sin miedo de ser multados. Aunque, ya que la normativa sobre el ruido de las motos recae sobre cada ayuntamiento, si queremos estar 100% seguros, lo más aconsejable es acercarnos a él e informarnos directamente en el consistorio.
Si en algún momento nos percatamos de que nuestra moto hace mucho ruido, lo más seguro es que tengamos una avería en el sistema de escape, casi siempre suele ser en el silenciador o silencioso. Siempre y cuando mantengamos el que viene de serie, porque si lo sustituimos para mejorar el rendimiento podemos estar incurriendo en una ilegalidad sin saberlo.
La medición de los niveles de ruido de una moto se realiza con un sonómetro homologado. Los agentes aceleran el motor hasta las revoluciones por minuto indicadas en la tarjeta de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) o en la ficha técnica. Si se detectan averías o modificaciones no informadas que hacen que la moto supere los límites permitidos, se pueden recibir multas.
Las sanciones pueden llegar hasta los 600 € e inmobilización de la moto
Si los agentes de tráfico comprueban que una moto supera los decibelios permitidos, se puede recibir una multa mínima de 200 €, que puede llegar hasta los 600 €, dependiendo de la ordenanza municipal correspondiente. Además, los agentes pueden inmovilizar el vehículo, lo que implica llevarlo a un taller para instalar un silenciador nuevo o reemplazar el escape, generando gastos adicionales. Además, hay que mencionar que próximamente se empezarán a colocar radares de ruido por nuestras calles.
Las motos eléctricas están surgiendo como una opción más silenciosa y sostenible. Estos vehículos reducen significativamente la contaminación acústica y tienen un menor impacto ambiental en comparación con las motos de combustión interna.
Para terminar, desde AMV también apuntan a que los problemas con las emisiones acústicas es uno de los motivos más frecuentes a la hora de no pasar la ITV.