Con el reciente estreno del tráiler de la que parece ser la última película en la que Daniel Craig interpretará al espía inglés, se nos ha ocurrido hacer un pequeño repaso de las motos de James Bond a lo largo de los años.
El agente 007 volverá a la carga en 2020 y, como la cabra tira al monte, nos ha dado por fijarnos en las motos de James Bond más destacables que hemos visto en pantalla, partiendo desde la actualidad hasta el momento en que Sean Connery se puso a las órdenes de su Majestad por primera vez.
Para empezar, Daniel Craig, en 2012 en “Skyfall”, se agencia una Honda CRF250R para perseguir por las calles de Estambul a aquéllos que amenazan su vida. Algo que es llamativo si añadimos que en la película de 2008 “Quantum of Solace”, ya le había “tomado prestada” a un lugareño de Puerto Príncipe su Montesa Cota 4RT, alimentada por inyección electrónica y que tuvo también una versión “Repsol”, para llegar hasta Olga Kurylenko. Parece que el James Bond actual tiene una cierta fijación con Honda…
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De Daniel Craig damos un salto hacia atrás hasta Pierce Brosnan, concretamente hasta el año 1997 y la película “El mañana nunca muere”. Para el recuerdo queda una de las persecuciones en moto más relevantes de la saga cuyo protagonista es Brosnan a las riendas de una BMW R1200C por las calles y tejados de Hanoi. Anteriormente en 1995 con la película “Goldeneye”, pudimos ver cómo 007 utilizaba una Cagiva W16 600 para subirse a un avión que ya estaba en el aire. Una moto de enduro que llegaba a los 38 CV a 7.500 rpm.
Siguiendo con este repaso de las motos de James Bond, pasamos de Pierce Brosnan a Sean Connery, que Roger Moore nos perdone, y a 1983 con “Nunca digas nunca jamás”. Esta vez el espía británico, encarnado por el que muchos dicen que es el mejor Bond, usaba una Yamaha XJ 650 que, aunque estuviera equipada con falsos escapes cortesía de Q, seguía siendo reconocible. Una moto que generó revuelo en su momento gracias a su potencia turboalimentada y su estilo futurista, lo cual, en los años 80, eran dos tendencias al alza. Por último y para finiquitar este repaso de las motos más emblemáticas de James Bond, allá por 1971 en “Diamantes para la eternidad”, podemos ver cómo Connery cabalgaba a lomos de una Honda ATC 90, una moto de tres ruedas que significó el nacimiento de los ATV y que Bond utilizaba para escapar de los villanos de Spectre.
