Probablemente a muchos de vosotros no os resulte familiar este preparador español, pero su nueva creación, la Tamarit 125 Ongaku, es una perfecta carta de presentación para hacernos una idea de su trabajo. Están especializados en restaurar y modificar motos Triumph haciendo que los resultados finales parezcan motos completamente diferentes a la original.
Su historia comenzó hace muy poco tiempo, en 2015 empezaron a trabajar en su pasión en un taller clandestino en Elche. Sin embargo, en muy pocos años se han convertido en los mayores especialistas del mundo en preparar y modificar motores de la marca británica. Por ahora su última moto presentada es la Tamarit 125 Ongaku, aunque no es su última moto fabricada. Los propios dueños han informado que además de sus 125 modelos ya lanzados, tienen todavía otros 50 fabricados a la espera de ver la luz.
Sin lugar a dudas, la estética es el punto fuerte de la Tamarit 125 Ongaku
Damos por hecho que lo más llamativo de esta Tamarit 125 Ongaku es su estética única y cuidada al extremo hasta el último detalle. Pero es bien sabido que el interior es igual o más importante que el exterior y en esta moto se cumple a rajatabla. El motor es el mítico Triumph Boneville 900 que los chicos de Tamarit usan en todas sus creaciones.
A nivel estético han usado la combinación entre el blanco, azul grisáceo y unos cuantos detalles elaborados con la técnica del pan de oro. Estos colores junto con multitud de piezas cromadas y el asiento tapizado a mano con piel de ante y dividido en dos partes (piloto y pasajero) hacen de esta Tamarit 125 Ongaku una pieza única en todo el mundo.
Como broche final hay que destacar que todos los trabajos de cromado, niquelado y tapizado están hechos artesanalmente por el equipo del taller. Y el nombre de este modelo “Ongaku” es una palabra de origen japonés que significa música, que es lo que produce este modelo al ser arrancado. Música para nuestros oídos.