Existen casi infinitas opciones para customizar una moto, tantas como pueda imaginar la mente humana y aunque nunca pueda llover a gusto de todos, hay cosas que son innegables. Una de ellas es que esta modificación de una Royal Enfield Interceptor 650 es de las más espectaculares que jamás hemos visto.
Esta obra maestra nos llega desde Asia, más concretamente de Kuala Lumpur, la capital del Malasia. El artista al que agradecemos que la haya llevado de su imaginación a la realidad es conocido en el mundillo como Bobby Fuego y es el dueño y fundador del taller de customizaciones Rollin Machine fundado en 2016.
Bobby ha destacado desde su irrupción en el mercado de las preparaciones de motos por ser un artista versátil, que sobre todo hace trabajos con estilo retro aunque tampoco se cierra a proyectos más modernos. Pero en el caso que hoy tratamos, tanto la moto de origen como el resultado final tienen un claro aroma a motos clásicas.
El trabajo de pintura en esta Royal Enfield Interceptor 650 es de un nivel excepcional
A nivel estético, de la Royal Enfield Interceptor 650 que tomaron como base los chicos de Rollin Machine, tan solo queda el depósito de gasolina. El resto se desmontó y se desechó para más tarde incorporar la espectacular carrocería integral que puedes ver en las imágenes.
Para ello tuvieron que revisar tanto el chasis como el subchasis y añadirle los puntos de anclaje pertinentes para acoplar las nuevas piezas. Desde la llamativa cúpula frontal que rodea el icónico faro de la Royal Enfield hasta el diminuto colín, todo ha sido meticulosamente tratado y montado por el propio Bobby y su equipo.
En el caso del subchasis, se decidió acortarlo y sobre el mismo tubo montar la minúscula luz trasera y los propios intermitentes (todos ellos con tecnología LED). Buscaban tener una parte trasera elegante y minimalista para acompañar a las tapas laterales personalizadas.
Siguiendo en la parte trasera de esta maravilla, no podemos pasar por alto el gran trabajo de tapicería llevado a cabo en el asiento, el cual fue tapizado con cuero alcántara negro y cosido con costuras en color blanco que actúan de contraste. Estas costuras forman un sofisticado patrón de rombos a lo largo de todo el sillín, lo que confiere un toque más exclusivo a la Interceptor.
El motor, al ser nuevo a estrenar, se decidió no cambiarlo ni modificarlo, tan solo se le ha añadido un sistema de escape fabricado de forma artesanal. Está claro que no estamos ante una moto de altas prestaciones, por lo que el apartado estético ha de ser el gran protagonista.
Para el final del proyecto quedaba el trabajo de pintura, en el que se combina un tono marrón claro que se ve en algunas franjas que recorren la cúpula, el depósito y parte del carenado; con un tono beige, que predomina en el resto del conjunto. El dorsal 22 flanquea a esta Royal Enfield en ambos laterales y otorga a la moto un pequeño toque de competición que encaja perfectamente con el estilo Cafe Racer que se le ha conferido.
Desconocemos si esta modificación de una Interceptor 650 de la marca india tiene dueño o no. Pero si estamos muy seguros de que más de uno estaríamos dispuestos a pujar por serlo.