Si mezclas a la Honda Monkey con la cultura japonesa el resultado puede ser tan llamativo como el de esta moto que te traemos hoy. Todo un trabajo artesanal para homenajear a una de las figuras del manga típicas del país del sol naciente que simula ser una Z2 en miniatura. ¡Todo un espectáculo para los seguidores del manga y de las customizaciones!
Pocas motos hay tan llamativas y cargadas de personalidad, a la par que longevas, como la Honda Monkey. Esta moto de pequeñas dimensiones y de gran carácter lleva décadas levantando pasiones y también siendo la protagonista de innumerables preparaciones muy cuidadas, muchas de las cuales te hemos traído con anterioridad.
En esta ocasión, podríamos decir que estamos ante todo un trampantojo, ya que si nos fijamos bien en la moto hay muchas cosas que no cuadran… sobre todo ver que tiene la estética de una k, una de las míticas motos de la marca nipona que marcó a toda una generación décadas atrás gracias a su poderoso diseño.
La Monkey que soñaba con ser una Kawasaki
Ocho años es la cantidad de tiempo invertida por el propietario de esta pequeña joya para convertir su Monkey en una Z2. Desde luego, no se puede decir que haya sido un proceso rápido, pero sí está más que claro que el resultado es inmejorable.
La idea de este aventurero era recrear la estética de la moto utilizada por un personaje de uno de los múltiples mangas japoneses, Kenji-Kun de Atsutsu to Lullaby. Para ello, la creación de múltiples piezas a medida ha sido una constante, dando una estética cuanto menos llamativa a la pequeña moto.
Para traer al mundo su creación, el propietario de la moto fue cambiando innumerables piezas del modelo original de partida siempre con el objetivo en mente de ser lo más fiel posible a la Z2 final. Por ejemplo, el chasis, el basculante y las llantas fueron sustituídos, siendo los dos primeros completamente artesanales y utilizando el aluminio como material.
Lo que queda claro viendo el resultado final es que el cariño puesto y el dinero invertido han merecido la pena y que más de un otaku y de un amante de las motos pagaría por tenerla en su garaje…
