¿Hay que cambiar el líquido de frenos de la moto? Mitos y verdades

Aunque es normalmente uno de los grandes olvidados en el mantenimiento de la moto, cambiar el líquido de frenos es una de las operaciones que no se puede olvidar. Siendo algo sencillo de hacer y bastante económico, muchos propietarios no lo llevan a cabo o no lo hacen con la frecuencia necesaria, comprometiendo así la capacidad de frenado de su moto.

El mito más escuchado sobre cambiar el líquido de frenos es que en realidad no es necesario. Esto es uno de los mayores errores que se puede cometer en el mantenimiento de una moto, si bien es cierto que sus efectos tardan bastante en apreciarse. Lo cierto es que si queremos que nuestra moto frene bien y queremos que los componentes de su línea de frenado no sufran en exceso, no nos queda otra que sustituir el líquido de frenos por uno nuevo periódicamente.

No importa que no hagamos frenadas fuertes o que no usemos la moto, ya que una de las propiedades del líquido de frenos es que tiende a acumular agua, haciendo que poco a poco la proporción de agua-líquido sea cada vez mayor y esto tiene efectos negativos. El agua tiene un punto de evaporación menor que el del líquido de frenos, por lo tanto si se calienta es más proclive a generar burbujas, siendo esto una de las peores cosas que puede pasarnos si necesitamos frenar de manera consistente. Podríamos llegar incluso a quedarnos sin frenos en un momento dado si no actuamos a tiempo.

No cambiar el líquido de frenos de nuestra moto es uno de los mayores errores de mantenimiento

Otra de las cosas negativas que tiene la presencia de agua en nuestro sistema de frenado es que hará que las piezas que lo componen empiecen a generar óxido. Este óxido es malo para su funcionamiento normal, ya que además de generar impurezas acelera mucho el deterioro de las piezas de las pinzas y la bomba.

Por este motivo es imprescindible cambiar el líquido de frenos cuando toca, no escatimando en este sentido, para estar seguros de que nuestra moto es segura para circular. Para saber los plazos de sustitución lo mejor es consultar el libro de mantenimiento, aunque de manera orientativa lo ideal es sustituir el líquido cada dos años. Aun así, ante la duda, lo mejor que se puede hacer es consultar a los profesionales de los servicios técnicos de cada marca o a nuestro taller de confianza.