Hay motos que llaman mucho la atención y esta Suzuki GS 750 Turbo de 1977 es una de ellas gracias a su turbo incorporado de manera artesanal. Con esa modificación y con el gran trabajo de restauración que ha sido hecho sobre la moto japonesa, el resultado es espectacular y seguramente, sea toda una obra de arte para los amantes de las motos clásicas.
Encontrar una moto con 43 años en unas buenas condiciones de conservación ya es todo un reto, pero además si se trata de una moto como esta Suzuki GS 750 Turbo las posibilidades son mucho más reducidas todavía. El principal responsable de que nuestra protagonista sea una moto más que llamativa no es otro que su turbo, añadido de manera artesanal a la moto original.
Aunque pueda parecer una instalación compleja, añadir este turbo Rajay requiere de pocas piezas extra. Basta con el propio turbo y unos colectores que sustituyen a los originales y canalizan directamente los gases de escape de los cuatro cilindros hasta él. A partir de ese punto, se une el turbo con el carburador Mikuni de 38 milímetros y se deja también que los gases puedan salir por el escape de manera directa.
Aunque lo cierto es que la comodidad de conducir esta moto puede ser bastante reducida, con mención especial al último tramo del escape pasando justo por donde debe ir la pierna izquierda, esta GS 750 es toda una pieza de coleccionista. Es más, si has decidido incluirla en tu lista de motos a conseguir, puedes hacerlo con un precio inicial de la subasta de 4.500 $.
