Cada cierto tiempo, el mercado de segunda mano y de las subastas nos deparan sorpresas tan increíbles como la de esta BMW clásica restaurada. Una joya de las primeras décadas del siglo XX que está en un estado impecable y que en pocos días tendrá nuevo propietario.
Un punto a favor de esta BMW clásica restaurada, una BMW R62 del año 1929 más concretamente, es que toda su vida está documentada. Esto, sin duda, le añade un valor extra, aparte de la tranquilidad y la seguridad que tendrá su futuro dueño de que tiene una pieza casi única en el garaje.
Las R62 solo se fabricaron durante dos años, aunque en tiempo se produjeron más de 4.300 unidades. Esta en concreto ha estado viviendo en Alemania, donde también fue restaurada. En 2017 fue adquirida por un comprador estadounidense y posteriormente importada a Canadá. Posee todos los registros de importación y 2021 es el año de su última tasación en la que se basa la casa de subastas de California Bring a Trailer, que será la encargada de darle un nuevo hogar a esta joya.
Una restauración de primer nivel
Salta a la vista el excelente trabajo de restauración de pintura que tiene esta BMW clásica restaurada y es que se la devolvió a la vida con su color negro predominante con algunas líneas de detalle en blanco. Sobre el negro predominante destaca mucho el color metálico del motor bicilíndrico tan característico de la marca bávara, que cubica de 745 c.c. está refrigerado por aire y desarrolla 18 CV. Para los más curiosos, seguro que sus ojos no podrán evitar dirigirse hacia los escapes cromados que acaban en esa clásica forma de cola de pez y justo por encima verán el eje de transmisión que queda a la vista para el deleite de los amantes de la mecánica.
Este eje está unido a una caja de cambios de tan solo 3 marchas, que a su vez está acoplada a un embrague en seco de un solo disco. La palanca de cambio se encuentra en la parte derecha del depósito, justo debajo de uno de los dos protectores que hay para las rodillas a cada lado del mismo.
Destacan algunos componentes que se utilizaban en la época y que ahora se nos hace imposible pensarlos para las motos actuales, como la suspensión delantera de ballesta o el único freno que monta esta BMW clásica restaurada, que está en el tren delantero y es de tambor.
En 2021 se le realizó la última revisión en el que se le cambió la batería, los aceites del motor y la transmisión y se le ajustó el freno. Como se aprecia en algunas imágenes esta unidad tiene las placas identificativas tanto en el chasis como en el motor que certifican su origen y su originalidad.
El próximo 6 de diciembre acaba la subasta de esta preciosidad de principios del siglo pasado y por ahora la puja más alta está en 28.000$.