Entrevista a Lucas de Ulacia: “el trabajo diario en mi rehabilitación es total”

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Lucas de Ulacia
Lucas de Ulacia
Hace aproximadamente un año que Lucas de Ulacia abandonó el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo tras unos meses allí ingresado como consecuencia de su grave lesión, sufrida en abril de 2019 en el Circuito de Jerez. En este tiempo, el piloto madrileño ha demostrado que tiene el tesón y la fuerza de voluntad necesarias para dedicar todo su esfuerzo en la rehabilitación que poco a poco le está llevando a avanzar y a mejorar en muchos aspectos. Una rehabilitación que para Lucas se ha convertido en su principal meta y a la que dedica toda la energía de la que dispone junto a un grupo de grandes profesionales que le guían y que enfocan sus actividades diarias con un único objetivo: seguir mejorando día tras día.

 

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-Hace un año que hablamos contigo, pero ha pasado mucho tiempo. ¿Cómo estas ahora mismo?

Ha cambiado mucho la situación desde que estuve en el Hospital de Parapléjicos de Toledo hasta ahora mismo, ya que en este tiempo he tenido una rehabilitación de verdad. Es muy importante encontrar el sitio en el que crean en ti y que estén dispuestos a dar lo que yo quiero, que es mucho. En el Hospital de Toledo considero que debía estar unos meses pero luego tenía que salir de allí, ya que no era un buen sitio para mí y me estaba estancando, lo que hubiese supuesto el fin. Justo en ese momento encontré a DACER, un centro de rehabilitación increíble que está consiguiendo sacar oro de mí y de lo cual estoy muy contento.

-¿Realmente qué supone ese cambio de centro?

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Moralmente es un cambio enorme y el tratamiento también. En Toledo había una sensación generalizada de que cuando se acababa aquello se acababa todo y lo cierto es que no es así, hay vida fuera. La gente lo tiene muy idealizado pero hay vida después en cuanto a tratamiento se refiere. Valoro el cambio muy positivamente, salí de allí desmotivado, pesimista y pensando ¿ahora qué? Pero tuve la suerte de encontrar a DACER y encontrar un equipo humano que lo da todo por los pacientes. Eso a mí me provoca tener una actitud mucho más positiva, porque además voy viendo la mejora. Eso no significa que no tenga bajones anímicos en ocasiones, pero cuando vienen a hacer la rehabilitación yo me pongo en modo pelea, en modo carrera y seguimos luchando al máximo en cada sesión.

 

-¿Cómo es ahora tu trabajo diario?

Mi trabajo diario es total, desde que me levanto hasta que me acuesto. Me han llenado el día entero de actividades que sirvan para mejorar, empezando a las 10 de la mañana y acabando a las ocho o nueve de la noche. Tengo una lesión muy arriba, en el cuello, por lo tanto hay mucho que rehabilitar desde ahí hacia abajo: brazos, manos, tronco, piernas… siempre hay algo que hacer. Horas dedicamos todas y más, se nos quedan cortos los días. Aun así hay que ser conscientes de que esto es una carrera de fondo y no de velocidad, por lo que hay que dosificar un poco en algunos momentos aunque sigamos dedicando 10 horas al día.

-¿Cómo valoran los médicos el avance que has conseguido en estos meses?

Salí de Toledo sin mucha idea de la gravedad que supone la lesión, ya que no es sólo andar, hay muchos otros problemas como el tema respiratorio. Gracias a DACER me han ido poniendo en situación de la realidad y de los cuidados que necesito, lo que me ha llevado a visitar a grandes neurocirujanos que están sorprendidos con lo que estamos pudiendo conseguir y que no esté tocando techo, ya que no paro de mejorar. Nos han comentado que sería positivo incluso documentar el caso porque no conocen otro igual en el que se estén dedicando tantas horas y tanta calidad de rehabilitación. En resumen, están alucinando.

-¿Te ha afectado la situación actual de Covid en tu recuperación?

Diciendo estas palabras con mucho cuidado, porque el COVID es una desgracia que ojalá no hubiéramos conocido, pero a mí realmente no me ha perjudicado ya que DACER me ofreció una rehabilitación a domicilio al ser yo un privilegiado en ese sentido y tener la posibilidad en casa de poder hacerlo en un espacio dedicado a ello. Eso ha supuesto que haya intensificado aún más la rehabilitación, ya que me ha eliminado “pérdidas” de tiempo como los desplazamientos y los horarios. Tengo la suerte de haber contado con Lorena y todos los miembros de su equipo, que han dado un empujón muy grande y que nos ha permitido no vernos afectados por la pandemia. Eso realmente me ha salvado, porque si hubiese tenido nueve meses de parón habría quedado condenado a la silla de por vida y hubiese borrado cualquier posibilidad que tenga de llegar a recuperarme.

 

-Afortunadamente la tecnología va avanzando y hay herramientas que ayudan en tu progreso. ¿Cuáles estás utilizando?

Lo cierto es que hay herramientas muy potentes y útiles, como el exoesqueleto que tiene DACER y que me permite andar cuando me lo pongo. Desde que empecé a usarlo, llevo 350.000 pasos, lo cual es una pasada. Sin esta tecnología yo no podría tener la sensación de desplazarme, de andar por el jardín bajo el sol. Eso es un estímulo brutal para el cerebro y es muy positivo, ya que si me tocara la lotería y me recuperase, sin esto no sería posible ya que mis huesos no lo soportarían por culpa de la osteoporosis y de otros problemas como la pérdida de rango articular. Si algún día llega la tecnología que me ayude a superar la lesión, con este proceso lo afrontaría mucho más preparado que si de repente tras unos años tuviera que ponerme de pie. En realidad es una pasada, ya que sólo hay dos unidades en España.

-Un proceso así es carísimo, ¿Qué porcentaje aproximado ha cubierto el seguro federativo?

Creíamos que correr en moto era caro, pero esto está a otro nivel. Una rehabilitación así supone un desembolso inhumano y el seguro de la licencia federativa no me ha cubierto nada. Te dan una indemnización que en el peor de los casos ronda los 18.000 euros si hay fallecimiento o una tetraplejia brutal. Con ese dinero ni siquiera llegas a poder preparar tu casa a nivel de adaptar el baño o si existe alguna escalera eliminarla. Por fortuna y porque mi padre dio el paso de hacerlo, yo estaba reconocido como un profesional de la moto en la Seguridad Social por mi cuenta, pagando mis cuotas, y eso ha llevado a que se considerase un accidente laboral, lo que me permite recibir una pequeña ayuda que no soluciona prácticamente nada pero que consigue sumar algo. Si no, no tendría absolutamente nada, me hubiese encontrado totalmente desamparado y abandonado. Me gustaría recomendar a los pilotos que barajen esta opción, ya que el seguro federativo no sirve para nada prácticamente. Para mí, lo de la Federación ha sido vergonzoso, porque en un mundial a lo mejor hay otros sueldos y otros seguros, pero a nivel nacional mucha gente no tiene dinero y el poco que tiene lo pone para poder correr, por lo que una situación como esta les dejaría en la miseria, con nada.

-Tras las quejas de los pilotos lesionados, ¿ha cambiado en algo la cobertura médica?

Que yo sepa la situación no ha cambiado en nada. Nosotros hicimos una propuesta a la Federación de que ofertasen dos opciones a los pilotos federados, la opción actual y también otra en la que pagando más se tuviera un seguro con coberturas dignas. De esta manera hubiesen protegido a los pilotos y se hubiesen protegido ellos mismos. A mí esto ya me da igual, porque no me toca y no cambiaría en nada mi situación, pero podría ser una gran ayuda para los pilotos en activo. Lo propusimos como algo constructivo, aportando ideas para mejorar, pero por el momento que yo sepa no hay ningún cambio. De los prácticamente 500 euros de federación, el seguro sólo se lleva unos 90.

 

-¿Por ese motivo nace la Fundación Lucas 18?

Efectivamente, es una Fundación que se va a dedicar no sólo a pilotos, sino a todos los deportistas. Por ejemplo, hay un chico que jugaba al rugby que está en una situación parecida a la mía, con la Federación correspondiente y el seguro “lavándose las manos”. Para todos esos casos surge la idea de crear la Fundación, para que estas personas no estén solas, ayudar como se pueda con una silla, con la rehabilitación, que no se queden con una mano delante y otra detrás. La idea llevaba unos meses en marcha, pero con los problemas de la administración a causa del Covid no hemos podido ponerla en funcionamiento hasta ahora. La verdad es que para el poco tiempo que lleva, la gente está respondiendo muy bien. A mí me gustaría que con la Fundación Lucas 18 podamos llegar a concienciar de que con una cosa tan sana como es el deporte puedas llegar a verte arruinado y que la gente sepa la situación y que si les pasase algo, alguien estaría pendiente de ellos. Estamos luchando también para que la ley cambie y no se repitan más casos como el nuestro.

-Por último, te mantienes al día de la competición y de la actividad de tus compañeros de equipo del Kawasaki Palmeto PL Racing Team. ¿Es una motivación más para tu recuperación?

Sigo en contacto con el equipo, sigo viendo MotoGP, sigo viendo Superbikes y sigo viendo todas las motos que existen (risas). La verdad es que estoy encantado con el equipo y les doy la enhorabuena por el nuevo título, un título de campeones con Román Ramos más que merecido. Han trabajado como bestias y la verdad es que ha sido una pasada. Me hubiera encantado haber estado allí en Jerez con ellos, pero estando Madrid cerrada por haber sido en el puente no pude hacerlo. Haber compartido con ellos un momento tan especial y más en el Circuito de Jerez, que es donde tuve el accidente. Estoy muy unido a ellos, ya que han sido mi único equipo al igual que sólo he conocido Kawasaki y Michelin en mi carrera deportiva, algo de lo cual estoy muy orgulloso y agradecido ya que siempre se han portado todos ellos muy bien conmigo. Quiero darles la enhorabuena a todos, a Ramos, a los mecánicos y a todo el mundo que lo ha conseguido.

 
FUNDACIÓN LUCAS 18

Tras haber sufrido el duro revés que supuso la lesión de Lucas, la familia De Ulacia ha dado un nuevo paso en su lucha por unas coberturas dignas para los pilotos y deportistas en general y la Fundación Lucas 18 es el resultado de ello. Lamentablemente, el marco legal que regula estas situaciones fue establecido en 1993 y a día de hoy está completamente desfasado ya que los responsables no han tomado las medidas necesarias para cambiarlo, habiendo dejado en diversas ocasiones las federaciones correspondiente abandonados a su suerte a los deportistas lesionados de gravedad.

La Fundación Lucas 18, recientemente creada, ha nacido precisamente para cambiar esta situación y que si desafortunadamente más deportistas llegan a verse en esta dura situación como consecuencia de alguna lesión grave no vean su vida y la de sus familias arruinadas por los costes totalmente inasumibles de las rehabilitaciones y adaptaciones necesarias. Para poder hacerlo, se ha abierto una cuenta bancaria en la que se pueden hacer donaciones que ayuden a que los fondos lleguen donde se necesitan y que la lucha no cese.

Fundación Lucas 18

NIF: G02765907

ES67 3025 0003 9114 3336 1314

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