El «Dieselgate» llega a las motos: Yamaha podría ser sancionada por falsificar datos de algunos modelos

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El TMAX es otro de los modelos culpables de la sanción a Yamaha
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Hemos hablado muchas veces del avance imparable de las nuevas tecnologías en cuanto a movilidad sostenible se refiere y como en todo, existen normativas que rigen este sector y que abarcan estos nuevos avances. Pues bien, en este caso, desde Japón nos llega la noticia de una posible sanción a Yamaha por falsificar diferentes datos en sus informes presentados a las autoridades pertinentes en el país asiático.

Por desgracia no estamos ante el primer caso de una gran marca relacionada con el mundo del motor que intenta engañar a los organismos de control y por ende, a sus clientes. Aunque no es exactamente igual, en 2015 salió a la luz el conocido como “Dieselgate”, en el que el Grupo Wolkswagen también encubrió las altas emisiones de algunos de sus motores diesel para poder homologarlos, siendo en algunos casos las lecturas reales hasta 40 veces mayores que las declaradas.

En el caso de la marca de los tres diapasones, los datos que se habían escondido son los del nivel de ruido producido por tres de sus modelos: la Yamaha R1, la R3 y su maxiscooter estrella, el TMAX. Todo ha salido a la luz a raíz de una inspección llevada a cabo por el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón, después de que detectasen ciertas irregularidades en algunos vehículos.

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La sanción a Yamaha provoca la parada de producción de la R1

La sanción a Yamaha seguramente no sea la última en el sector

Dicha investigación es la segunda que realiza este organismo gubernamental nipón a una gran marca en las últimas semanas, ya que la primera fue Toyota y todo apunta a que detrás de Yamaha vendrán Honda, Mazda y Suzuki. De confirmase esto último, estaríamos ante una macro operación de falsificación de datos por parte de todas estas firmas.

Pero como esto de momento no ha ocurrido, vamos a hablar de la más que posible sanción a Yamaha. Decimos más que posible porque los responsables de la marca de Iwata ya han admitido que han falsificado estos documentos que presentaron en su momento, con lo que la multa por parte del Gobierno Japonés parece asegurada.

Por ahora, la consecuencia directa ha sido que se han parado las producciones de la TMAX y de las Yamaha R3, y en breve parece que la R1 seguirá el mismo camino. Según datos del medio local The Japan News, (sumando los 3 modelos) podría haber un total de 7.500 unidades afectadas. Estas medidas no solo han afectado a la producción, lógicamente, todos los envíos de los modelos afectados también se han paralizado para intentar que no llegue ninguna moto afectada a los concesionarios.

Si esto nos parece grave, debemos esperar a que se lleven a cabo más investigaciones dentro del seno de la firma de los diapasones y en el resto de marcas que hemos mencionado anteriormente. Lo que parece que ocurrirá pronto y que tendrá consecuencias bastante graves y tras lo que podrían llegar (igual que ocurrió con el Dieselgate) cambios profundos en los controles y procedimientos de fabricación.

Por ahora habrá que esperar a que las autoridades se pronuncien, algo que no será rápido muy previsiblemente. Si bien sólo afecta a las normativas en Japón por el momento, no se descarta que se inicien procedimientos similares bajo el paraguas de otras administraciones, como las europeas. En ese caso, el problema aumentaría sensiblemente de tamaño, pudiendo alcanzar multas astronómicas para las marcas implicadas de la misma manera que sucedió en la industria del automóvil.