Hacer una de las motos más sofisticadas y rápidas del planeta no es una misión sencilla y para llevar a cabo un proyecto de esa magnitud cualquier ayuda es poca. Los últimos rumores dentro del paddock apuntan a que podría verse a BMW en MotoGP y para el desarrollo de su moto, los alemanes están mirando muy de cerca un movimiento estratégico que involucra a Suzuki.
El mundo empresarial ha sido siempre algo complejo, pero cuando se suma a la ecuación la más prestigiosa y exigente de las competiciones, todo se complica más todavía. Si gestionar un equipo de carreras ya es un trabajo nada sencillo, hacer toda una estructura desde cero, incluyendo el desarrollo y la fabricación de las motos, es casi una misión imposible.
Sin embargo, siempre hay marcas dispuestas a desembarcar en el Campeonato del Mundo y una de ellas parece ser la firma alemana. El desembarco de BMW en MotoGP no suena tan descabellado a día de hoy y menos después de conocer los rumores que ha destapado entre otros el reputado periodista del Mundial Mat Oxley.
La entrada de BMW en MotoGP podría acelerarse con la compra de datos
Esos rumores apuntan a que la firma de Münich estaría interesada en hacer una inversión nada despreciable para intentar tomar un atajo en el supuesto desarrollo de su prototipo. Para ganar tiempo y experiencia antes de nada, los responsables de BMW estarían sopesando comprar toda la información acumulada por Suzuki hasta su retirada de MotoGP.
Esto podría ser un arma de doble filo en realidad, pero da una idea de lo difícil que es crear una moto de estas características. Si una firma con tanta antigüedad y con tantos recursos como BMW finalmente opta por gastarse 18 millones de euros para comprar únicamente información, se puede entender que hacer una moto desde cero supondría un desembolso mayor.
Sin embargo, tampoco se puede dar por hecho que este interés por la compra de datos vaya a acabar dando como fruto la incursión de BMW en MotoGP de cara a las próximas temporadas. La marca alemana ya ha coqueteado en ocasiones previas con esa idea a lo largo de las últimas décadas, pero finalmente nunca ha acabado dando el paso.
Estando implicada en el Campeonato del Mundo de Superbike, en el que la llegada de Toprak Ratzgatlioglu ha supuesto todo un revulsivo, BMW podría no encontrar los fondos necesarios para este proyecto, motivo por el cual también se especula que esta supuesta compra de datos podría no estar tan enfocada en ganar tiempo en el desarrollo sino en el de estudiar económicamente lo que implica construir una moto de este calibre y hacerla competir.
En cualquiera de los casos, se abre otro interrogante: ¿cuánto de útiles son los datos de Suzuki si dejó de competir hace ya dos temporadas cuando todo era muy diferente en MotoGP? Si analizamos cómo eran las motos a principios de la temporada 2022, cuando la GSX-RR dejó de evolucionarse, podemos darnos cuenta rápidamente de que la categoría era completamente diferente a la de hoy.
Las motos que pilotaron por última vez Rins y Mir eran motos con mucha menos aerodinámica, con cotas más cortas y con menos sistemas de asistencia. Además, Michelin también ha modificado significativamente sus neumáticos, sobre todo en el tren trasero. Las motos hoy en día poco tienen que ver con esas de hace casi 3 años, lo que podría hacer que los datos no tuvieran valor real a excepción de los del motor.
La guinda del pastel la pone el hecho de que pronto la normativa de la clase reina del Campeonato del Mundo de Motociclismo cambiará, reduciéndose la capacidad de los motores y sumándose otras modificaciones en diferentes apartados.
Con todo esto encima de la mesa, habrá que esperar para ver si la aparición de BMW en MotoGP se acaba llevando a cabo o es simplemente una tentativa más de todas las realizadas. Si finalmente se produce esta compra de datos podremos ver cuanto de en serio van los alemanes.