Que soñar es gratis es una verdad indiscutible y a nosotros nos encanta ver como los diseñadores sueñan con motos como esta Honda CL750 que ha llegado a nosotros gracias a nuestros compañeros de Autoby. Este boceto digital es obra del diseñador japonés Shinji Miyakubo, entusiasta de las dos ruedas y que plasma como pocos las tendencias que pueden seguir los futuros modelos de Honda.
En estas imágenes renderizadas de la Honda CL750 se puede percibir de manera bastante clara la influencia de otros modelos CL anteriores, aunque con algunos toques actualizados. La mezcla tan cuidada de lo clásico con pequeñas novedades o cambios hacen que los diseños de Miyakubo sean extremadamente verosímiles.
Algunos de estos toques clásicos y tan representativos de la familia CL son el faro y la instrumentación de forma circular y las gomas en forma de fuelle que envuelven las barras de la horquilla. El pensar que en la posible futura Honda CL750 puedan estar estos tres elementos es más que plausible teniendo en cuenta que su hermana pequeña, la CL500 que ha sido presentada recientemente, también los incorpora.
Esta Honda CL750 mantiene intacta la esencia de la gama CL
Si recorremos la Honda CL750 de atrás hacia delante, nos percatamos que el sillín mantiene la estética clásica de las scrambler pero para los más experimentados puede que al llegar al depósito vean algo que no les cuadre demasiado. Y es que en estos bocetos el diseñador ha eliminado por completo las zonas rebajadas del depósito en las que se acomodan las rodillas del piloto, manteniendo la estética redondeada de todo el conjunto.
Otro elemento que atrae poderosamente la atención es el elevado doble silenciador del tubo de escape que tiene como clara referencia el de la Honda CL500. Sin embargo, no solo toma prestadas ideas de la CL, ya que de la gama Rebel ha tomado prestados también el basculante y el sistema de amortiguador trasero.
Por desgracia en este caso estamos tan solo ante una idea de cómo podría llegar a ser este modelo, ya que no existen registradas patentes o desarrollos oficiales de la misma. Pero como decíamos al principio de estas líneas, soñar es gratis y nos encanta hacerlo.