Cuando apareció hace unos años la marca Brixton su catálogo estaba centrado en las motos de pequeña cilindrada, siendo este su primer punto de apoyo para un proyecto que tenía diferentes fases en previsión. Poco después, según se fue asentando, la firma austriaca del grupo KSR dio un nuevo paso adelante con modelos de cilindrada media que dejaron muy claras las intenciones de la marca de seguir apostando por un crecimiento que ahora ha llegado a un nuevo punto álgido. La mejor prueba de ello ha sido el lanzamiento de esta Brixton Cromwell 1200, una moto grande que llega sin complejos en todos los sentidos.
Para llegar a este punto, los ingenieros de Brixton han ido ganando experiencia con cada modelo lanzado, dando los pasos lógicos que han sido necesarios para poder ofrecer una moto que está a un nivel más que correcto en todos los sentidos. Desde sus prestaciones hasta sus detalles y acabados hacen de la Brixton Cromwell 1200 una moto muy interesante para un perfil de usuarios determinado que busca una experiencia agradable y relajada sin perder de vista el estilo neo retro y una estética atractiva. Metiendo todo esto en la ecuación, queda claro que la reina de la casa ha llegado para dar un golpe de autoridad y meter a la marca en la lucha dentro del mercado de las motos grandes.
<<El motor de la Brixton Cromwell 1200 está muy lleno, empujando firmemente desde la parte baja del cuentarrevoluciones>>
Dicen que la unión hace la fuerza y desde luego, la Brixton Cromwell 1200 es una buena muestra de ello. En este caso, esa unión viene dada entre los ingenieros y diseñadores de Brixton en Austria y los fabricantes asiáticos de muchos de sus componentes, como por ejemplo su motor. De esta manera, se puede decir que el diseño es 100% europeo a pesar de que la fabricación no lo es, permitiendo esto una reducción en el precio de venta que supone un gran argumento comercial en nuestro continente.
De la misma manera, se puede afirmar que la llegada de la Brixton Cromwell 1200 supone todo un reto y una apuesta muy importante para Brixton, que se ha lanzado a la piscina con esta llamativa neo retro para demostrar al mundo que ya no son una marca centrada en hacer motos pequeñas, que también saben hacer motos grandes y potentes con buenos resultados. En este caso, hay que recalcar lo de los buenos resultados, porque la Cromwell es una moto que funciona realmente bien en prácticamente todos sus apartados, lo que demuestra el buen trabajo hecho en su desarrollo.
Uno de los puntos más interesantes al respecto es el del motor bicilíndrico en paralelo fabricado por Gaokin. Aunque algunos puedan pensar que no es una cifra elevada, este propulsor de 1.222 centímetros cúbicos ofrece 83 CV de potencia. Sin embargo, ese no es el dato más revelador de su carácter, donde gana mucho protagonismo el par. Con 108 Nm a 3.100 revoluciones por minuto el empuje que tenemos en todo momento es brutal, sacándonos de las curvas con mucha solvencia y permitiendo aceleraciones muy rápidas cuando queramos hacerlas, contando con la tranquilidad que aporta el control de tracción.
Eso sí, este motor está diseñado para una conducción cómoda y relajada, algo que se agradece mucho cuando queremos disfrutar de un simple paseo por una carretera revirada sin necesidad de estirarlo o de estar jugando todo el rato con el cambio de marchas. Basta con acelerar, aunque el motor haya caído mucho de vueltas, para que la moto salga con contundencia ya estemos en el modo ECO o en el modo SPORT, que modifican la respuesta al acelerador electrónico y también la visualización de la información en el cuadro de instrumentos. Por su parte, la caja de cambios funciona de manera correcta al igual que el embrague antirrebote.
En cuanto a su dinámica, la Brixton Cromwell 1200 es una moto que tiene una distancia entre ejes corta para esta tipología, pero también tiene un peso elevado de 235 kg en orden de marcha, lo que se nota en sus inercias y en su agilidad como es lógico. Eso sí, como siempre decimos, es importante tener en cuenta el tipo de moto sobre el que vas a la hora de adaptar la conducción y como es obvio, la Cromwell es una moto que pide una conducción tranquila y relajada. Siempre que no quieras llevarla como si se tratase de una moto deportiva, la Cromwell responderá perfectamente al respecto. Si tratas de sobrepasarte las cosas se pueden empezar a complicar, aunque el primer aviso si tumbas demasiado te lo darán las estriberas rozando con el suelo porque los neumáticos Pirelli Phantom transmiten la suficiente confianza como para no darte cuenta del ángulo.
<<El estilo relajado de la moto se traslada a su conducción, encontrándose muy cómoda en ritmos relajados e intermedios>>
Eso mismo sucede con las suspensiones elaboradas por Kayaba, que trabajan de manera correcta yendo a un ritmo normal y que aguantan bien el tipo si lo incrementamos. La horquilla delantera es convencional e incorpora unos fuelles de goma para darle un toque retro, teniendo una dureza media que permite una conducción muy agradable en ciudad y también en carretera, afrontando cómodamente las irregularidades del asfalto. Por su parte, los dos amortiguadores traseros son igualmente efectivos, pudiendo ajustarse su precarga para endurecerlos si vamos a llevar pasajero por ejemplo.
Para detenerse, la Brixton Cromwell 1200 confía en dos discos delanteros de 310 milímetros de diámetro mordidos por dos pinzas axiales Nissin de dos pistones y un disco trasero de 260 mm mordido por una pinza monopistón. Ambos están controlados por el ABS Bosch que equipa la moto austriaca.
En el aspecto del equipamiento, la Cromwell tiene un nivel más que razonable para su precio. Sus faros son full LED, siendo especialmente llamativo el delantero con su estilo redondo y con la brújula y el logo de la marca reflejados. Así mismo, la neo retro cuenta con control de crucero, además de los ya mencionados control de tracción y los dos modos de potencia. Otros de los detalles que marcan el diseño son su asiento de piel de dos plazas, sus dos escapes de acero inoxidable, los reguladores de posición de las manetas y los puños, que aunque son de goma imitan a unos de cuero cosidos.