Elegir un buen casco es fundamental para mantener la seguridad cuando montamos en moto, siendo también una de las partes del equipamiento que más puede verse afectada por el precio cuando se recurre a una calidad elevada. Es por ese motivo que más de uno acaba buscando “chollos” para ahorrarse unos cientos de euros. Sin embargo, comprarse un casco falso tiene sus consecuencias como bien claro queda en este video.
Como bien claro queda viendo el video del canal de Motocard, intentar ahorrar en la compra de un casco recurriendo a una falsificación es una de las peores ideas que se puede tener en la vida. A simple vista, el casco falso puede parecer un casco bueno por sus formas y por su decoración, aunque si detenemos la vista unos segundos la situación empieza a no verse nada clara. Como muchas cosas en la vida, es en los detalles donde se nota que algo no va bien…
Lo primero que se ve a simple vista es que la etiqueta de la homologación es falsa, yendo detrás de ella diferentes elementos de seguridad que más bien parecen todo lo contrario. Desde el cierre, que no corresponde con la realidad hasta la pantalla, pasando por los logotipos y otros aspectos que dejan bien claro que estamos ante una aberración.
El principal problema de un casco falso como este es que su nivel de protección es nulo
Sin embargo, la mayor sorpresa (o no tan sorpresa) llega a la hora de comprobar el nivel de protección real del casco. Básicamente, esta falsificación y la mayoría de ellas son poco más que un trozo de plástico conformado, lo que hace que su capacidad de protección para la cabeza sea poco mayor que la de un simple cubo de fregar el suelo.
Simplemente con una leve presión de las manos sobre la “calota” se puede comprobar que la rigidez brilla por su ausencia, pero el momento más impactante y también más revelador de la realidad de este tipo de productos llega al ponerlo en el suelo y pisarlo. Si con la presión ejercida con el pie se parte, no hace falta echarle mucha imaginación para entender lo que pasaría en caso de sufrir una caída y recibir un impacto de alta energía.
Como conclusión, este video de Motocard demuestra de manera sencilla y rápida que con la seguridad no hay que jugar ni tampoco tratar de ahorrar. Para ello, lo mejor que se puede hacer es recurrir a vendedores serios y profesionales, dejando de lado las gangas de internet.