¿Te imaginas tardar menos de dos minutos en tener de nuevo al 100% la batería de tu moto eléctrica? Pues bien, gracias a la tecnología puede que no tengas que imaginarlo gracias a la batería de carga súper rápida que combina el carbono con el litio para conseguir unos resultados increíbles que pueden suponer una auténtica revolución de la movilidad eléctrica en un corto o medio plazo de tiempo.
Uno de los problemas que a día de hoy presentan los vehículos eléctricos para muchos de sus usuarios es el elevado tiempo de recarga que requieren para volver a poner un elevado número de kilómetros disponibles en su marcador de autonomía. Sin embargo, Mahle Powertrain y Allotrope Energy han desarrollado una batería de carga súper rápida que permite alcanzar el 100% de su capacidad en la impresionante cifra de 90 segundos. Para ello, han trabajado en la combinación del litio con el carbono, dando unos resultados difícilmente mejorables que podrían suponer un antes y un después para las motos eléctricas.
Además del brutal tiempo récord de carga, lo mejor de esta nueva tecnología es que en el proceso la batería no resulta perjudicada, como sí sucede hoy en día con los cargadores rápidos que a lo largo del tiempo van pasando factura. Para conseguirlo, estas baterías de litio-carbono disponen de un ánodo de alta velocidad y un cátodo de estilo condensador eléctrico de doble capa de alta capacidad, con ambos elementos separados por un electrolito orgánico. Así mismo, la batería es muy estable a temperaturas elevadas, lo que permite su carga tan rápida. Como resultado de todo ello, es posible hacer 100.000 recargas a lo largo de su vida útil. Por si estos avances fueran poco, esta batería de carga súper rápida está fabricada con materiales cuyo reciclaje es más sencillo y que han sido seleccionados previamente para ello.
Aunque por el momento no se conocen plazos de entrada en producción y están siendo aplicadas en motos de reparto de baja capacidad y con poca exigencia, lo que está claro es que esta nueva tecnología abre un camino en el que si se invierte y se potencia su investigación, puede suponer toda una revolución. Con esos 90 segundos de tiempo de recarga rivalizaría directamente con el repostaje de combustibles fósiles.
