Decir que una moto es de origen chino lleva años siendo una frase cuyo significado es cada día más diferente. Si bien hace tiempo escuchar que una moto estaba hecha en china llevaba de la mano un alto grado de desconfianza y de rechazo, día a día esos prejuicios han ido cayendo por su propio peso. Independientemente de las opiniones personales que cada uno pueda tener al respecto, hay un hecho que es innegable se mire por donde se mire.
Ese hecho no es otro que el de reconocer que las cosas ya no son como eran y esta Zontes M310 que hemos tenido entre manos es una gran prueba de ello. Lejos quedan esas motos chinas de hace años en las que nada más montarnos teníamos la sensación de que ni funcionaban bien ni aportaban confianza.
La realidad es que la evolución de Zontes como marca y también la evolución de los modelos que ha ido ofreciendo al mercado europeo ha sido muy rápida y claramente ascendente, siendo esta scooter de cilindrada media su última apuesta para el público general de las ciudades que necesita una moto útil para el día a día pero que también se siente fuertemente atraído por conceptos que van más allá de lo meramente necesario.
Eso queda claro nada más acercarse a la M310, una moto que por unos motivos u otros no deja indiferente y que lanza un claro mensaje para marcas muy reconocidas por parte de Zontes: buscar modelos de más cilindrada y con más prestaciones es el camino que van a seguir en los próximos años… y la M310 es un paso más en esa ruta.
En Zontes han hecho una apuesta arriesgada con el diseño estético, que no deja indiferente a nadie
Lo primero que viene a la mente cuando ves la nueva Zontes M310 apoyada sobre su caballete es que sus diseñadores han elegido un estilo provocador y casi futurista, sobre todo en lo que a su frontal se refiere. Lo cierto es que ese diseño no produce indiferencia pero sí que deja claro que en Zontes han apostado fuerte, ya que si te gusta te va a parecer perfecto pero si no te gusta te va a producir un fuerte rechazo, sin medias tintas ni tonos grises, o blanco o negro. No es menos cierto que muchos de los modelos de Zontes siguen ese mismo concepto, con diseños que no se pueden considerar para nada conservadores. De la misma manera, contrasta que exceptuando ese frontal de moto futurista, el resto de la estética sí que se puede considerar más convencional.
Aunque lo que más llama la atención de la M310 es su frontal, lo que más destaca realmente de ella está justo en la parte opuesta de la moto. Ese elemento realmente diferenciador es su motor monocilíndrico y con refrigeración líquida, siendo realmente el protagonista de la scooter asiática. Con sus 310 centímetros cúbicos de capacidad, este propulsor entrega la destacable cifra de 33 CV de potencia, lo que le coloca sensiblemente por encima de algunos de sus rivales más directos. Esta potencia se siente desde el primer momento, callejeando por la ciudad, donde podemos arrancar muy cómodamente en los semáforos y donde tenemos más que de sobra para desplazarnos de manera ágil entre el tráfico. Siendo esa la parte fácil, cuando salimos a carreteras rápidas la respuesta es todavía más sorprendente, ya que la moto se lanza rápidamente hasta la velocidad máxima permitida dejando la certeza de que puede superarla cómodamente en cuanto giremos un poco más el acelerador.
Esa sensación también se tiene en las recuperaciones cuando cortamos y luego decidimos volver a pedirle el máximo al motor, que no se muestra perezoso en ningún momento. Tal vez uno de los grandes responsables del buen tacto que tiene el propulsor sea el sistema de gestión de la inyección electrónica, que está firmado por la europea Bosch. Para modificar ligeramente el carácter del motor y suavizarlo tenemos siempre la opción de seleccionar el modo de conducción ECO, que hace que la entrega sea algo más dulce haciendo también que el consumo de combustible se reduzca un poco.
Aunque el punto más fuerte de la M310 es su motor, el apartado ciclo mantiene el tipo sin ningún problema
A la hora de valorar el apartado ciclo de la Zontes M310 podemos decir que mantiene el tipo de manera positiva. Siendo cierto que el motor es el que realmente marca la diferencia en el uso diario, el chasis no muestra puntos flacos ni a la hora de hacer un uso urbano ni tampoco circulando en autopista donde la estabilidad de la moto es buena. La moto tiene en todo momento un carácter ágil y hasta juguetón, en parte también por su reducida distancia entre ejes que permite entrar en curva y hacer cambios de dirección prácticamente con sólo insinuarlo. El único problema que presenta el chasis es que su viga central queda demasiado elevada, lo que hace que el espacio que tenemos para los pies no sea excesivamente amplio y sobre todo, que subirse y bajarse de la moto no sea tan sencillo como lo es en motos que tienen la plataforma completamente plana. Por su parte, las suspensiones trabajan de manera correcta tanto en el tren delantero, donde encontramos una horquilla convencional, como en el tren trasero donde está el doble amortiguador. Llama la atención que los dos discos de freno sean de la misma medida, estando ambos mordidos por pinzas que controla el sistema ABS de Bosch.
Si bien en Zontes han tenido claro a la hora de hacer su M310 que la moto tenía que ir bien, también han tenido claro que el público al que va dirigida también busca otro tipo de elementos a la hora de comprarse una moto. Muchos usuarios valoran por encima de todo el comportamiento y el carácter de una moto antes de comprarla, pero otra buena parte se fija mucho, incluso más, en el plano puramente tecnológico. En ese sentido, la M310 no se queda para nada atrás respecto al nivel del motor. Ambos aspectos se echan a sus espaldas el peso de hacer que la moto se posicione bien en el mercado y lo hacen de manera holgada. No sería justo decir que la scooter de la marca china supone un cambio radical en este sentido respecto a otros modelos previos, ya que Zontes siempre ha equipado sus motos con un buen nivel de tecnología y gadgets. Sin embargo, sí es justo que la M310 da un pequeño paso adelante en ese campo.
Esa parte electrónica está encabezada por el cuadro TFT en el que podemos encontrar mucha información y además modificar la manera en la que se refleja. Hay diferentes estilos y es cuestión de ir navegando por ellos para encontrar el que más nos gusta. Para ello, es imprescindible utilizar los botones que encontramos en la piña izquierda, más propia de una moto deportiva que de un scooter. Desplazarse por ese menú no conlleva una excesiva complicación y es bastante intuitivo, aunque no está en castellano al menos por ahora. Uno de los datos que aporta este cuadro de instrumentos es el de las presiones de los neumáticos, algo que no es común en motos de este segmento de serie pero que desde luego es siempre muy interesante para tener en cuenta evitándonos posibles problemas por no llevar las ruedas como toca. En ese aspecto, lo cierto es que los neumáticos CST que equipa la moto de serie no son los mejores que podemos encontrar en el mercado, pero mantienen el tipo sobre todo si no nos pasamos exigiendo lo que no se debe exigir a una scooter en un uso cotidiano.
La electrónica y la tecnología se suman a la M310 para hacerla un modelo cargado de utilidad y con un toque muy moderno
Siguiendo con las utilidades que ofrece la M310, uno de sus detalles positivos es el de la pantalla frontal regulable en altura. Con pulsar un simple botón la pantalla se mueve automáticamente desde su punto más bajo hasta el más alto, lo que es una buena ventaja para adaptarse a la protección frente al aire que necesitan los usuarios de diferente altura. De la misma manera, sus dos guanteras frontales son de gran utilidad, disponiendo una de ellas de dos tomas USB. De la misma manera, hay que tener en cuenta que las dos manetas de freno son regulables y, gracias a ello, podemos colocarlas en la posición que más nos guste adaptándose al tamaño de nuestras manos y asegurando la comodidad en este aspecto. Por último, el sistema Smart Key permite usar la moto sin necesidad de introducir una llave con simplemente llevar el pequeño dispositivo en el bolsillo.
Este nuevo Zontes M310 está disponible en cuatro colores diferentes. En esta prueba está reflejada la versión en azul mate, teniendo disponibilidad el modelo de unidades en rojo, gris y también en negro. Todas ellas comparten su precio, que está fijado en 4.889 euros añadiéndose por una promoción de lanzamiento el baúl trasero Shad de 39 litros o el seguro a terceros gratis durante el primer año y rebajando el precio hasta los 4.589 euros hasta el 31/03/2022.
Casco: MT KRE Snake Carbon 2.0