En 2014, Kenny Noyes se convirtió en Campeón del FIM CEV Repsol de Superbike, consiguiendo así uno de sus sueños y ganándose de pleno derecho el número 1 que luciría su Kawasaki ZX-10R en 2015. Sin embargo, todo se torció en una desgraciada caída en el warm up de la tercera prueba del año, en MotorLand Aragón.
Allí, todo cambió en cuestión de segundos para Noyes, que pasó de estar luchando por revalidar su título a hacerlo por vivir. Afortunadamente, Kenny ganó esa batalla y ahora, más de 5 años después, continúa esforzándose al máximo para seguir con su recuperación. Una recuperación que Kenny Noyes sigue afrontando igual que afrontó su experiencia en el Campeonato de España, en el Campeonato del Mundo de Moto2 y en todas las pruebas en las que compitió: dándolo todo.
– En estos años desde el accidente, has mostrado una evolución constante en tu estado. Aun así no te rindes y sigues trabajando en mejorar. ¿Cuánto tiempo dedicas a tu recuperación diariamente?
Este año con todas las restricciones debido al COVID-19 ha sido complicado mantener una regularidad, ya que muchos de los centros donde suelo acudir han estado cerrados de manera intermitente. Pero la parte positiva es que he tenido que coger las riendas de mi rehabilitación e intentar hacer cosas por mí mismo. Ahora me muevo por casa sin andador, intento no agarrarme a las paredes ni a las puertas. Alterno cosas más intensivas una vez al día, como salir a andar fuera, hacer bici estática, piscina o ir a Step by Step. Con el trabajo de logopedia y terapia ocupacional me ayudan mucho mis padres, que me llaman cada día por Skype.
– Ese tipo de trabajo de rehabilitación requiere un esfuerzo enorme en diferentes áreas. ¿Con cuántos profesionales distintos trabajas?
Antes trabajaba con muchos más, pero por suerte, en el último año he mejorado mucho a nivel cognitivo, por lo que necesito menos ayuda de psicólogos y terapeutas funcionales. Principalmente trabajo en el equilibrio con los profesionales de Step by Step y en logopedia para hablar mejor. Todo el proceso de recuperación está explicado en el libro que estoy escribiendo y que espero pueda servir como guía a otra personas que estén pasando por lo mismo.
– ¡Lo hemos visto! En estos últimos meses te has convertido también en escritor con tu libro “Desafíos de Superbike, Moto2 y Glasgow3”. ¿Cómo ha sido el proceso de crear tu autobiografía? ¿Incluye un prólogo del reconocido Wayne Rainey?
Sí, Wayne Rainey ha escrito la introducción. El libro empieza con los primeros recuerdos que tuve al despertar del coma en el hospital Guttmann. Cuando ya era más consciente y comprendía lo que me había pasado, sabía que esto lo tenía que escribir, pero por aquel entonces temblaba demasiado y tenía problemas de vista, entre otras muchas cosas, por lo que al principio grabé mis recuerdos en audio para que no se me olvidaran.
– ¿Puedes contarnos un poco más de qué trata el libro?
Hablo de mi accidente y mi recuperación, pero también de los diferentes puntos claves en mi carrera deportiva y de mi niñez. Habrá muchas anécdotas y cosas vividas en las carreras: desde mi época como piloto de flat track, pasando por el CEV, el mundial de Moto2, hasta el día de la fatídica caída. También hablo de los equipos en los que estuve, vistos desde dentro, y de los diferentes retos con los que me he ido encontrando.
– El libro es autoeditado. ¿Cómo va el proyecto y la recaudación de fondos para poder comercializarlo?
Pues como es lógico, al lanzar la preventa del libro hubo mucho más movimiento que actualmente. La idea de hacerlo autoeditado vino porque al tantear varias editoriales, nos dimos cuenta de que además de quedarse con gran parte de los beneficios, también imponen sus propias reglas y plazos. Escribir es el único trabajo que puedo hacer por ahora a parte de la rehabilitación y autoeditarlo me permite contar las cosas a mi manera. Es un libro que pretende ayudar y guiar a todas las personas que han sufrido una lesión parecida a la mía y a sus familias y necesito que se note que no lo ha escrito alguien por mí. Si alguien quiere contribuir a la publicación lo puede hacer a través de mi web Kenny Noyes. Todos los libros vendidos en preventa irán dedicados y firmados por mí.
– También está abierta una opción de donar dinero tanto para el libro como para cubrir parte de los gastos médicos de tu recuperación. ¿Cómo puede colaborar la gente?
Directamente en mi página web o en GoFundMe. Toda la gente que contribuya de una u otra forma, recibirá el primer capítulo del libro con el prólogo de Wayne Rainey por email.
– A la hora de afrontar esta rehabilitación, ¿cuenta la familia con algún tipo de apoyo económico?
El seguro de la Federación cubrió los primeros 18 meses y sólo en parte, porque no cubría todos los problemas derivados de mi lesión. A partir de ahí, no he recibido ninguna ayuda, no cobro ninguna pensión y llevo más de un año y medio esperando a que me evalúen en la Seguridad Social para el grado de discapacidad. Mi recuperación es muy costosa y mi familia se ha hecho cargo de todo, hasta el punto de que tuvimos que pedir ayuda a través de GoFundMe porque no llegábamos. Lo he dicho y diré siempre, si no fuera por toda la gente que ha donado, no hubiera llegado tan lejos. Estaré eternamente agradecido.
La profesión de piloto es peligrosa y las coberturas que ofrecen los seguros de la Federación son claramente opacas e insuficientes. Resulta que cualquier persona llevando un vehículo por la calle o hasta andando tiene mejor cobertura médica que nosotros. El problema es que al contratar la licencia federativa, no somos conscientes de las condiciones que nos obligan a aceptar y en las que no hay alternativa. Tendríamos que exigir más y a través de la fundación de mi compañero Lucas de Ulacia – Lucas 18 – queremos alzar la voz y cambiar estas reglas para proteger a los pilotos que están en activo, a los cuales les puede pasar lo mismo en cualquier momento.
– A lo largo de todos estos años, has seguido completamente vinculado al Noyes Camp participando activamente en los cursos. ¿Cómo valoras tu experiencia como coach con los alumnos?
Mi mujer Iana lo ha mantenido todo activo y los monitores me han ayudado mucho. Actualmente hacemos 8 cursos al año, pero el concepto básico es el mismo de siempre: “que todos los moteros tengan acceso al mejor material para que puedan aprender y mejorar su pilotaje”. En el Noyes Camp todas las motos son Kawasaki (de diferentes cilindradas), los circuitos son de uso exclusivo y los cursos son limitados a 14 personas, por lo que la proporción de cursillista a instructor es de 5:1. De esa manera, no sólo se aprende cómo ir más rápido, sino también más seguro y con mejor posición de pilotaje.
– A lo largo de estos años y sobre todo en los últimos, te hemos visto subirte a todo tipo de vehículos con ruedas, tanto con motor como sin motor. ¿Sigues siendo un apasionado del mundo de la competición?
Al principio no lo era, porque tenía cosas más importantes pasando en mi vida y además tenía la fantasía de que podría volver a competir, pero ahora ya soy consciente de mi situación y veo todas las carreras como un fan más y no como un ex-piloto frustrado.
– En tu día a día, de manera frecuente compartes videos haciendo actividades que poco tiempo atrás no podías hacer, demostrando tu evolución de manera pública. ¿Crees que eso puede ayudar a motivarse a otras personas que han sufrido lesiones similares?
Espero que sí. Siempre que veía a alguien lesionado recuperándose pensaba “si él puede, yo también podré”. Espero que la gente en las redes sociales o leyendo mi libro piense lo mismo e intente tirar para adelante con todas sus fuerzas.
– Viendo esa evolución en tu recuperación, ¿te marcas alguna meta?
Cuando corría mi objetivo era siempre ser de los más rápidos, no normal. Ahora mi meta es llegar a ser como la gente normal en todo… para mí conseguir eso será una victoria.