VOGE, la marca prémium del fabricante oriental Loncin, nos presenta esta trail eminentemente asfáltica, apta para todos los públicos y orientada de una manera particular a quienes se asoman por primera vez al mundo de la moto. En Moteo hemos probado la VOGE 500DS, la cual llega con un planteamiento sencillo que no deja de mostrar sin embargo algún detalle sofisticado en su instrumentación, aunque haciendo prevalecer por encima de todo la facilidad en la conducción sobre un notable confort para su categoría.
Una de las cosas importantes en este tipo de motos es la posición de conducción. La altura del asiento de la VOGE 500DS (815 mm) resulta asequible para la mayoría de las tallas, más aun al estrecharse en su extremo adelantado. Y la impresión que nos transmite al colocar las posaderas sobre él es la de quedar encajadas en su ergonomía, lo que aporta una sensación extra de control, para sumar a la que ya de por sí ofrece el conjunto por su estrechez y por la ligereza (188 kg) que se percibe al tantearlo en parado.
Los pies, por su parte, quedan elevados y retrasados hasta un punto que coloca las piernas en una postura más propia de una naked sport-touring. Eso sí, el manillar nos emplaza las manos y los brazos en una postura trail de libro gracias a su amplitud, a la altura a la que lo elevan sus torretas y a la línea retrasada sobre la que se emplaza; con ello, el tronco queda erguido, ofreciendo ese cómodo ángulo de variación, adelante y atrás, que encontramos en todas las trail.
Para completar la sensación que transmite la posición en marcha de esta 500DS, la pantalla que corona el semicarenado, más allá de su apariencia testimonial como tributo estético, cubre el centro del pecho, sobre todo en la posición superior (se gradúa en 2), transmitiendo de esa forma un efecto de protección mayor de lo que cabe pensar al observarla en parado.
Un práctico bicilíndrico oriental
Al arrancar, el discreto rumor que emerge del escape entra en consonancia con la suavidad que ofrece la maneta del embrague. Y al insertar la primera, sentiremos una precisión que simplemente cumple en la palanca del cambio que maneja sus seis marchas.
Ya desde el primer metro, el bicilíndrico de 471 cc, designado por VOGE como KE500, se percibe lleno y con suficiente poder (40 Nm de par) para cargar con las dos plazas en cualquier circunstancia. Su progresión resulta suave y predecible, particularmente para manos inexpertas, con un tirón digno en medios que nos facilitará la tarea de los adelantamientos. Al final de ese empuje, constante y prácticamente plano, el KE500 entrega los 43,5 CV que rinde sobre las 8.500 rpm.
Con distribución de doble árbol de levas DOHC y cuatro válvulas por cilindro, sus emisiones contaminantes son de 85 gramos por kilómetro, quedando dentro de la normativa Euro 4 aunque en breve tendrá ya instalada la versión Euro5. Además de ello, su contenido consumo en combinación con los 17 litros del depósito, brinda a la 500DS una autonomía nada despreciable. Con ello se amplían sus posibilidades mucho más allá del uso urbano o de la excursión dominical a las travesías más exploradoras por parajes recónditos donde no es fácil encontrar un punto de repostaje.
En el capítulo de las vibraciones, el bicilíndrico monta un eje de equilibrado, que gira a la contra del cigüeñal para contrarrestarlas. Y al comprobarlas en la práctica, sobre la marcha, lo cierto es que no llaman la atención, siempre que nos mantengamos en la autovía dentro del margen que marcan los puntos del carné. Bien es verdad que, si superamos ese régimen, se manifiestan con mayor claridad aunque sin llegar a incomodar ni a nublar la visión a través de unos retrovisores, que nos muestran el panorama de nuestra retaguardia con sobrada amplitud gracias a su privilegiada colocación.
Un intuitivo y ágil comportamiento en curva
A la hora de entrar en el viraje o de ejecutar distintos cambios de dirección, el chasis multitubular simplifica la tarea hasta reducirla en la de un gesto intuitivo. No hace falta nada más que una insinuación, y esta pequeña trail se mete hasta la cocina de la curva en el instante siguiente. Todo es muy fácil, gracias a una agilidad propia de una moto menos pesada y a la esbelta ergonomía del conjunto, que nos permite acoplarnos a ella con total naturalidad.
En el paso por los virajes propiamente dicho, la VOGE 500DS transmite un llamativo aplomo, particularmente sobre los más rápidos, resultando casi impropio de la comodidad que ofrecen, tanto su horquilla invertida, firmada por Kayaba, como su amortiguador KYB montado sobre un progresivo sistema de bieletas. Esta modesta trail se mantiene sólida mientras transita inclinada, sin dar en ningún momento la sensación de que vaya a descomponerse, incluso pasando a un ritmo vivo por las ondulaciones que pueda mostrar el firme. Un valioso efecto al que contribuyen sin duda los Pirelli que monta, con medida de 160 en su rueda trasera.
En el apartado dedicado a la frenada, VOGE ha encargado la tarea delante a dos pinzas Nissin de doble pistón, que muerden sendos discos de la misma firma con 300 mm de diámetro. Su efectividad se sobra para detener las prestaciones de la 500DS, pero además lo hace con un tacto progresivo que evitará en buena medida los efectos del manotazo del pánico, tan extendido entre los principiantes. En cualquier caso, llegado el momento de exigirle y apretar la maneta con verdadera presión, el mordiente del freno se muestra capaz de detener esta trail en apenas unos metros.
En cuanto al tren trasero, el disco de 220 mm cumple algo más que su básica función geométrica de mantener la moto lo más estable y horizontal posible durante la retención, haciendo un interesante aporte a la frenada, que reduce en algunos centímetros esa distancia que necesitamos para pararnos por completo.
Un equipamiento más que razonable
Una pantalla TFT representa el lado más sofisticado de esta 500DS. Junto a los parciales, el nivel de combustible o el reloj horario, aparecen informaciones tan generosas como la presión de ambos neumáticos o el voltaje del sistema eléctrico; todo ello con un cambio de contraste automático que condiciona la luz ambiental. Y bajo toda esta información, encontramos además una toma USB, tan práctica hoy en día, que casi se hace imprescindible con el alto consumo que exigen los navegadores activados en cada teléfono.
En cuanto a la posibilidad de aventurarse fuera del asfalto, apuntar que la conducción puestos en pie puede resultar llevadera apenas para recorrer el camino que nos lleve hasta la casa rural donde nos vamos a hospedar, pero para una conducción off road más prolongada la sentiremos poco natural, por lo que habrá que adaptarse a ella sentado, dentro del nivel de cada usuario.
El remate general, tanto de la 500DS como de toda la gama VOGE, se observa bastante cuidado en soldaduras y materiales en general, así como en el detalle que representan las defensas que envuelven el semicarenado. Si se suma este apartado a lo visto anteriormente, el lector podrá valorar hasta qué punto resulta contenido el precio de 5.600 euros que el importador ha fijado para ella.
Por último y como extra para extender su capacidad viajera, VOGE ofrece al precio de 700 euros un completo kit con tres maletas metálicas, de apariencia tan robusta como estanca, con la capacidad global de una maxitrail.