+ Altura asiento: 795 mm
Potencia
Majeabilidad
Estética
Frenos
Normalmente, las bestias asustan. Sin embargo, a veces también enamoran. Ese es precisamente el caso de nuestra protagonista, una bestia de puertas para fuera pero a la vez un “juguete” con el que disfrutar mucho. Como hemos podido comprobar en esta prueba de la Kawasaki Z900 A2, a pesar de su estética espectacular y agresiva esta versión limitable de la superventas Z900 es una moto muy fácil de llevar y muy intuitiva.
Algo que nos ha quedado claro tras hacer la prueba de la Kawasaki Z900 A2 es que es es una de las naked más agresivas y espectaculares del segmento. En Kawasaki siempre lo han tenido claro y desde sus comienzos con la ya mítica Z750 han ido siguiendo ese camino de líneas afiladas y aspecto de superdeportiva sin carenado.
Posteriormente fueron la Z1000 y la Z800 las que continuaron con ese concepto hasta que la firma de Akashi se adaptó a la normativa Euro4 con el lanzamiento de la Z900, un modelo que recogió el testigo de la Z800 y lo hizo de manera holgada, aceptando esa gran responsabilidad y convirtiéndose en un modelo muy exitoso en ventas. Otras motos como la Z125 (que también hemos probado en Moteo) o la Z650 han continuado también ese camino naked deportivo que tanto ha dominado esta línea.
Si hay algo claro teniendo en cuenta las tendencias y la evolución del mercado en los últimos tiempos es que las motos con potencias comedidas pero a la vez una estética llamativa y con corte deportivo están cada vez más extendidas. Y precisamente en ese segmento es donde también se posiciona la Z900, que además ofrece la opción de dejar de ser de potencia reducida cuando se desee.
¿Potencia y agresividad sin límites?
La respuesta es clara y más tratándose de la versión A2: NO. Está muy bien tener motos muy potentes y radicales en el mercado, pero no sirve de mucho si no se da la opción al público medio que pretende tener en el garaje una moto de características comedidas.
Olvidarse de ese nicho de mercado que representan todos esos moteros que no tienen experiencia para dar el paso a motos de alta potencia o que simplemente no quieren hacerlo, es un error que los responsables de Kawasaki no quisieron cometer.
Ahí es precisamente donde aparece el apellido de esta Kawasaki Z900 A2, ese que dice limitable. Eso sí, como diría Camilo José Cela, no es lo mismo limitada que limitable, como no es lo mismo dormido que durmiendo… Y es que a pesar de que la normativa española impide llevar motos de más de 48 CV de potencia a los conductores con carné A2, esta Z900 limitable ofrece 96 CV.
La clave es que esa misma normativa impide limitar motos superiores a esa potencia, por lo que la Z900 A2 puede ser “estrangulada” hasta dejarla en 48 CV o puede dejarse con toda su potencia si no se necesita la reducción, pero tampoco se quiere recurrir a la Z900 de 125 CV.
Kawasaki Z900 A2: un cordero con piel de lobo
A simple vista, la Kawasaki Z900 A2 puede llegar a intimidar. Sobre todo si es la versión Performance como la que pudimos probar en Moteo.
Esta versión -con tapa de colín, cúpula sobredimensionada y escape de carbono firmado por Akrapovic- enamora a primera vista y a la vez hace que aparezcan esas mariposas en el estómago antes de subirse a ella por primera vez por su aspecto de “bestia salvaje”. Sin embargo, una vez recorridos los primeros metros esa sensación desaparece y aparece otra mejor todavía, la de estar divirtiéndote como un niño. Esa diversión es debida a la facilidad de conducción y al carácter de su motor.
Sin ponernos en apuros, la Z900 A2 es capaz de sacarnos una sonrisa debajo del casco por su espíritu deportivo pero a la vez relajado. La suavidad del propulsor unida a su par a bajas revoluciones nos lleva a un estado de seguridad a la hora de acelerar sin que en ningún momento se nos pase por la mente que estamos sobre un potro desbocado.
La relación de cambio cerrada también ayuda a que las sensaciones sean mayores, incluso haciendo que parezca que el motor tiene más potencia de la que realmente tiene. Aun así, es más que suficiente para hacer todo tipo de uso, desde urbano a autopista o carreteras reviradas.
La comodidad a la hora de conducirlas es una de las armas de las naked y la Z900 A2 la aprovecha perfectamente. Gracias al manillar alto, a la corta distancia entre la tija y el asiento y a sus suspensiones regulables, quizás un poco blandas en este caso, la moto japonesa se desenvuelve perfectamente tanto a baja velocidad como en curvas o cambios de dirección.
Aires deportivos con comodidad y seguridad
Desde colarse entre el tráfico a disfrutar de una ruta de montaña, su versatilidad queda patente desde los primeros kilómetros sobre ella.
Como no podía ser de otra manera hoy en día, la Z900 A2 cuenta con un sistema de ABS para mantener la seguridad en la frenada. Esa frenada es de potencia apropiada y los frenos aportan un control adecuado. Seguramente podría ser mejorado incorporando pinzas de anclaje radial en lugar de axial, pero es más que suficiente para una moto de estas características.
Desde luego, tras probarla en profundidad, la Z900 A2 deja un muy buen sabor de boca e incluso te pide más, como si fuese una moto realmente deportiva. Es esa moto con la que puedes desplazarte en tu día a día, callejeando y haciendo tramos de autopista, y a la vez hacerte disfrutar de una carretera revirada en una ruta de domingo. En definitiva, una bestia “domesticada”.
La Kawasaki Z900 A2 a oscuras
Tuvimos la oportunidad de subirnos a la Kawasaki Z900 en plena noche y pudimos sacar conclusiones interesantes. La primera de ellas y, probablemente, la más importante es que se ve perfectamente y nos ven sobradamente aunque el alumbrado público falle.
Y es que en Kawasaki también han querido que la Z900 sea espectacular a oscuras y muestra de ello es tanto el faro delantero como los faros traseros, que con las “zetas” cruzadas son unos de los más llamativos que se pueden ver en el mercado actualmente.
Por último, el cuadro de mandos se ve a la perfección (también de día) gracias a la retroiluminación. En resumen, una moto 24/7.