La marca alemana ha declarado estar trabajando en la creación y desarrollo de nuevos combustibles sintéticos. De esta manera, se reducirían notablemente las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Buenas noticias para el medio ambiente. En estos últimos días se ha conocido la noticia de que Bosch está trabajando en combustibles sintéticos. De esta manera, gracias al desarrollo de la marca especializada en automoción, se vuelve a poner sobre la mesa una alternativa que en realidad lleva muchos años en el olvido.
Gracias a estos nuevos combustibles sintéticos, la dependencia del petróleo y de los combustibles fósiles se reduciría notablemente. Sin embargo, no es esa la única ventaja, ya que además estos combustibles sintéticos mejorarían el medio ambiente. Gracias a su diseño, las emisiones de CO2 a la atmósfera durante su combustión serían mucho menores. Así mismo, por su diseño el proceso de obtención consumiría grandes cantidades de CO2 ya existente en la atmósfera. Por ese motivo, aunque posteriormente se emita dióxido de carbono, el balance total quedaría bastante equilibrado.
Pero no todo es positivo a pesar de las grandes ventajas ecológicas. La parte negativa es que la fabricación de estos combustibles sintéticos es que su fabricación resulta todavía bastante cara. La obtención de un litro de estos combustibles, capaces de sustituir a la gasolina, el diésel e incluso gases naturales, es de al menos 1,22 euros. A esto habría que sumarle impuestos y gastos de transporte, o que encarecería notablemente el producto final. Por eso, las vías de investigación están orientadas ahora a la reducción de costes de producción.
De conseguirlo, Bosch calcula que de aquí a 2050 se podrían reducir las emisiones de CO2 en más de 2,8 gigatoneladas. La duda que se plantea ahora es la voluntad de las grandes petroleras para llevar a buen término este proyecto. ¿Veremos dentro de poco combustibles sintéticos en nuestras gasolineras?
