Andrea Maffei tuvo una visión seguramente muy parecida a la que en su momento tuvo el Dr. Frankenstein. Juntó partes de motos de allí y de allá y dio vida a una verdadera obra de arte, la Ducati Veleno.
La historia de la Ducati Veleno comienza en el momento en que un amigo de Andrea Maffei decidió desmontar su Gilera CX 125. Maffei quedó cautivado de su suspensión delantera monobrazo y le vino a la cabeza que él tenía un chasis de una TT2 Verlicchi. Así pues decidió crear su propia Ducati Especial. Ayudado por unos amigos, se puso en marcha y fueron recolectando piezas de distintas motos. Entre ellas encontramos el carenado de una Supermono, el motor de una Monster 900, el basculante de una MH evolution y la rueda trasera de una 916.
Al motor se le aplicó la tecnología de doble encendido para reducir la emisión de gases sin perder la suavidad de la marcha del motor. También se le incorporó un radiador de aceite y una unidad de control Ducati Performance. El sistema de escape contó con un colector 2 en 1 con el escape saliendo justo por debajo del colín. El chasis de la Verlicchi se combinó con el basculante trasero de MH como si hubieran nacido para estar juntos. No fue así en el caso de la suspensión delantera de la Gilera, que tuvo que ser modificada para adaptarse a los nuevos 145 kg. A todo eso se le añadió la rueda trasera de una 916 de la que hemos hablado antes y una delantera de la Gilera et violà! Nació la Ducati Veleno, una moto para dominarlas a todas.
Fuente de la información: Desmo (Distribuzione Desmodromica Ducati)