Es normal escuchar y, también, decir que las motos deportivas no son hábiles. Es más, se desaconsejar para su uso en ciudad, pero ¿es cuestión de la moto o nuestra? Este vídeo nos saca de dudas…
Si alguna vez te has estado viendo motos deportivas habrás caído en la cuenta que la comodidad no es lo suyo. Pero seguro que también te has fijado que no tienen pinta de ser fáciles de maniobrar. La postura, el reparto de pesos, la potencia, las ruedas, el peso… Todo está pensado para que una moto deportiva sea rápida, pero en circuito. También está pensada que sea estable, pero en curvas de una carretera, no para sortear obstáculos. El caso es que al final, es fácil darse cuenta de que no es una moto con la que ir a por el pan. Es más, ni te plantearías hacer una prueba de habilidad con ella.
Pero a veces damos por sentado muchas cosas que quizás no deberíamos. Para muestra el vídeo que compartimos con vosotros y que muestra lo mucho que se puede hacer con las motos deportivas. «Cogemos» un avión hasta Japón para ver una de sus múltiples competiciones. Unas competiciones que no son habituales fuera del país nipón y que sorprenden. Y sorprenden por dos motivos, primero por su dificultad y, segundo, por la capacidad del protagonista. Subido encima de una Honda CBR60RR es capaz de hacer maniobras espectaculares.
Usando el freno trasero como timón, con un manillar algo más alto y ancho que el de serie y con poca velocidad, maneja la moto al antojo. Para ello, si os fijáis, la mirada juega un papel fundamental. Allí donde va la mirada va la moto y se consiguen inclinaciones y cambios de dirección espectaculares. Después de ver vídeos como este queda claro que la diferencia para que una moto sea o no ágil, muchas veces está en nosotros. Eso sí, siempre será más cómodo ir a hacer los recados en scooter…