Mientras que la mayor parte de las miradas se centran en la aerodinámica, las horquillas de carbono van haciéndose con la parrilla de MotoGP.
No cabe duda que la gran novedad, al menos la más visible, en el GP de Brno fueron los alerones. Lo que pasó más desapercibido fue la introducción de las horquillas de carbono (fibra) con las que trabajó Márquez. Cierto es que desde principio de temporada Öhlins las suministra a Ducati. En este caso se ha recurrido al material orgánico para fabricar las botellas.
Las botellas son la parte fija de las barras, que albergan parte de los componentes que hacen funcionar a la suspensión. Habitualmente en estos recipientes y hablando de MotoGP, encontramos muelles y aceite. En otros casos incluso puede tratarse de aire. Hay que recordar que las horquillas de MotoGP, mejor dicho cada una de sus dos barras, cuentan con su propio gas.
¿Cual es la ventaja de usar horquillas de carbono? Principalmente son dos. Por un lado se consigue un menor peso respecto a las convencionales. Pero no todo es cuestión de peso, también aporta una mayor rigidez al conjunto. Con ello lo que se pretende es un comportamiento más homogéneo cuando la moto está inclinada y en frenadas.
Ya durante el GP pudimos ver a Márquez probarlas. Incluso salió a carrera con ellas y consiguió ganar. Ayer, en los test, también la probaron los pilotos de Yamaha, aunque Pedrosa no lo ha hecho. Por el momento las conclusiones para ellos no son definitorias. Al parecer sí consigue una mayor rigidez, pero eso hace que la moto sea más nerviosa en el tren delantero. Teniendo en cuenta los problemas con el tren delantero que han mostrado algunos pilotos, esta situación podría agravarse.
Habrá que ver si se extiende su uso o si solamente queda como anécdota. Lo que está claro es que a Rossi le funcionaron y a Márquez también…
