Aunque muchos usuarios usan en el día a día sus guantes de moto, hay otros que prefieren no hacerlo. Esta situación se ve especialmente cuando llega el buen tiempo.
Siempre, sin excepción, hay que tomar todas las medidas que estén a nuestro alcance para garantizar nuestra seguridad. Casco, chaqueta, pantalones, botas y, por supuesto, guantes de moto. Al final, y nunca está de más recordarlo, en caso de tener un accidente seremos nosotros los que acabaremos en el suelo. Es por eso que hay que ser previsor, nuestra integridad está en juego.
Sin embargo, cuando llega el periodo estival hay muchos que prescinden de ellos. En las siguientes líneas vamos a dar varios argumentos para su uso y, también, trucos para que no sean incómodos. Precisamente esa excusa, la de la incomodidad, es la que esgrimen algunos para dejar los guantes en el cajón. Pero la realidad es que un guante, si es de nuestra talla, no sólo será cómodo si no que además protegerá nuestras manos.
Al ser el final de nuestras extremidades superiores, las manos van a ser lo primero que toque el suelo si nos caemos. Pero el uso de los guantes no acaba ahí. Además, durante la conducción siempre tendremos un mejor agarre. Queramos o no, especialmente con temperaturas elevadas, la palma de la mano sudará. Seguro que cuando se decide frenar fuerte llevar la palma mojada no ayuda.
Por si esto fuera poco, los guantes también nos protegen de nuestra moto. En efecto, nuestra moto nos puede causar lesiones, quemaduras, cortes… de los que estaremos protegidos.
Guantes de moto de todo tipo
En cuanto al tema de la comodidad, hay guantes de muchos tipos. Hay guantes de moto que se adaptan al invierno, otros que se adaptan al verano. Además hay modelos más deportivos, más clásicos, más modernos… el universo del guante de moto es infinito, como las lesiones que te puedes causar si no los usas. De ti depende.